“Me informaron que está evolucionando bien. Le hicieron placas y le controlan permanentemente la fiebre. El drenaje que tiene en los pulmones ya se lo van a sacar porque dicen que no queda nada de líquido adentro”, relató el progenitor.
El jóven padre expresó que los médicos le pidieron que se quedara tranquilo porque el niño estaba bien y fuera de peligro . "El está un poco asustado y nervioso todavía pero está evolucionando bien por suerte. Si sigue así, esta tarde o noche le sacan el drenaje porque le resulta molesto y doloroso”, señaló.
Schroh indicó que su hijo no ha querido hablar sobre el accidente. “Sólo me dice que le duele o que tiene calor o frío pero no quiere hablar con nadie. Está muy asustado y dolorido. Le cuesta comer por miedo a que le duela más”, manifestó.
“Yo nunca me hubiera imaginado una cosa así. Cuando uno mira en los noticieros que pasan estas cosas en Buenos Aires o en las grandes ciudades no piensa que pueden pasar acá. Pero ahora ocurre en todos lados, allá, acá en el río, en cualquier parte”, lamentó.
Por otra parte, el padre del menor destacó la labor de los médicos y los llamados del Intendente de Patagones, Javier Garcés, y del actual titular de Vialidad provincia de Buenos Aires, Ricardo Curetti.
Sin embargo, fue crítico con la policía maragata al mencionar que “nunca se comunicaron conmigo. Tuve que llamar yo y me dijeron que todavía no tenían nada. Que sabían que podría haber disparado alguien que se fugó de la cárcel de Viedma pero que no lo habían encontrado”.
Finalmente, con respecto a la atención hospitalaria, Schroh afirmó que “lo trasladamos a Viedma porque en Patagones nos dijeron que no podían hacerlo porque tenía la bala alojada en el cuerpo. No sé si no se animaron o qué, pero como me dijeron que era mejor y más seguro para el nene, aceptamos el traslado”.
Cronología de los hechos: “Me puse como loco cuando me enteré”, dijo el papá del nene herido.
César Schroh, quien actualmente reside en Viedma, relató cómo sucedieron las cosas desde que planificaron pasar un domingo en el río con la familia, hasta encontrarse en el hospital con su hijo herido de bala.
Según describió, sus dos hijos mellizos estaban desde temprano en el río acompañados de una tía, un tío y un primo. Una hora antes aproximadamente, él los había llamado por teléfono para avisarles que cuando se desocupara se les uniría.
“Cuando estaba llegando a Patagones y me dirigía hacia la Primera Bajada, donde me esperaban, me llama mi hermano para decirme que al nene le habían pegado un balazo”, recordó.
“Me puse como loco cuando me enteré y me fui volando para el hospital. Cuando lo vi me quería matar. Estaba lleno de sangre y barro y medio shockeado. Estábamos todos como locos”, agregó.
Con respecto a cómo hirieron a su hijo, Schroh refirió que su hermano le contó que “los nenes se estaban bañando en el río y de repente se escucharon dos disparos. Empezaron a ver que la gente corría y subía a los autos. En seguida hubo dos disparos más y todos empezaban a sacar a los chicos del agua. En ese momento escucharon que mi hijo Fernando pegaba un grito”.
“Entran al agua para sacarlo y ven que le sale un montón de sangre. Lo sacan mientras se siguen escuchando más disparos. Casi nadie los podía ayudar porque todos corrían asustados”, expresó y aclaró que “después se acercaron dos hombres que creo que eran enfermeros, llamaron a la ambulancia y lo ayudaron a mi hijo para que no perdiera más sangre”.
Schroh finalizó su relato manifestando que “cuando iba llegando al río, me cruzó la ambulancia que iba para el hospital con mi hijo y la seguí, no sé cómo llegué. Estaba muy asustado. Por suerte mi nene nunca perdió el conocimiento, ni ayer ni hoy”.
14 enero 2025
Viedma