El documento de la UCR Orgánica está firmado por Fernando Chironi, Vice 2° Comité Central; Juan Pablo Álvarez Guerrero, Delegado Comité Nacional; Nicolás Díaz, Convencional Nacional; Abel Quezada, Convencional Nacional; Juan Francisco Correa y Marín Pérez Morando, Miembros del Plenario UCR.

El mismo expresa lo siguiente:

La Unión Cívica Radical luego de haber gobernado muchos años transita un camino de dificultades.

Su pérdida de poder obedece a múltiples causas, entre ellas está la de haber abandonado un rol protagónico esencial en el escenario de la vida política del país y de la Provincia.

Actitudes, decisiones y opciones equivocadas nos distanciaron de las mayorías que siempre vieron a la UCR como el portador de valores republicanos, de respeto a la ley, a la libertad a la justicia, y a la equidad social.

Debemos recomponer nuestros valores para recuperar la credibilidad perdida. Y para ello nuestras actitudes y nuestras decisiones no pueden dejar lugar a dudas.

Como radicales rionegrinos, somos parte inseparable de un partido nacional en el  cual, debemos establecer nuevas estrategias en la búsqueda del poder. Con nuestras particularidades y sin atarnos a esquemas rígidos, pero en un proyecto de construcción colectiva teniendo en claro que la causa del radicalismo es una causa nacional.

La UCR ha dejado una huella en la vida del país,  protagonizando luchas por estos valores, tanto siendo gobierno como oposición, pero siempre participando de la historia política de nuestra Nación.

Los errores del pasado reciente desdibujaron esa identidad y ante la flaqueza de nuestras convicciones muchos argentinos buscaron otras opciones que le brindaban mayor confianza.

Hoy es necesario fortalecer nuestro papel histórico, nuestra pertenencia nacional, para no incurrir en nuevos errores. Así como ayer fue la adhesión al kirchnerismo, hoy no se puede volver a cometer el mismo error frente a quienes representan la vigencia siempre presente de un populismo que encuentra la fórmula para hacer aparecer caras nuevas con recetas viejas.

La opción en el país es populismo o república. Y el radicalismo tiene mucho para jugar a favor de la instauración de esta última, en la construcción de instituciones perdurables que nos den estabilidad, seguridad, previsibilidad, que es lo que la sociedad necesita para desarrollarse y progresar.

No es un camino que debamos recorrer solos. Es necesario establecer coincidencias básicas con otros partidos políticos más allá de disensos.

De cómo sepamos y podamos encontrar esas coincidencias dependerá que alcancemos el cambio que nuestro país y nuestra Provincia necesitan.

Para ello también necesitamos renovarnos. En nuestras personas, en nuestras actitudes, en nuestras conductas. La recuperación de la credibilidad interna y externa también estará dada por esa capacidad de alentar y promover nuevos dirigentes con los que se vayan construyendo nuevos liderazgos. Aquí y ahora. También facilitará el logro de la unidad partidaria, tan declamada y tan poco practicada.

Estamos preparados para acompañar la reconstrucción del radicalismo. Lo merece nuestro Partido y nuestra sociedad que necesita claridad, institucionalidad republicana y una verdadera democracia social.