Un documento fue rubricado por más de 300 militantes. Concurrieron los principales referentes del sector, entre los que se contaban el intendente de la ciudad anfitriona, Sergio Hernández; el legislador y titular de la Mesa Sindical Peronista Rubén López; la presidenta del Bloque de Legisladores del FpV, Roxana Fernández; la Agrupación Peronista Carlos Peralta; el ministro Ricardo Arroyo y el Secretario General de la Gobernación Matías Rulli; las legisladoras Tania Lastra y Arabela Carreras; representantes de organizaciones sindicales de toda la provincia y autoridades del congreso del PJ recientemente electas.

Hicieron llegar su adhesión al encuentro todos los integrantes del bloque de legisladores oficialistas, concejales de diversas ciudades de Río Negro y la intendenta de Allen, Sabina Costa, que expresó su pertenencia a este espacio en una carta que dirigió al vicegobernador Pesatti.

Asimismo se comprometieron “a ejercer nuestros roles como militantes y dirigentes bajo los siguientes principios:

1.      Respetar al que piensa distinto.

La democracia se nutre de la diversidad de miradas y en consecuencia no avalamos posturas maniqueístas que plantean una organización binaria de la sociedad, donde de un lado están los buenos y, en el extremo, los malos, es decir, los enemigos.

La democracia es, por esencia, polifónica y no admite para su normal desenvolvimiento posturas inquisidoras de ideas y opiniones.

Cuando en la democracia hay predominio de conductas que presuponen poseer la verdad como un valor absoluto el autoritarismo encuentra el campo propicio para destruir el respeto que debe regir las relaciones humanas y avasallar todos los derechos del individuo y la comunidad.

Por ello, el respeto al que piensa distinto se constituye en el valor fundamental de nuestra identidad política.

2.      No hablar mal de los demás, siempre de las cosas.

La construcción de una identidad política basada en la discusión de ideas resulta clave para quienes pretendemos dejar atrás la vieja política que hizo de la descalificación personal y de la calumnia el método para actuar.

Los dirigentes políticos transmiten a la comunidad pautas de conductas y en consecuencia es inadmisible que quienes ejercen lugares de liderazgo practiquen la acción política con absoluto desprecio por los demás, aún cuando el otro resulte su oponente político.

La violencia verbal como método no contribuye a generar los climas que demanda el diálogo y el debate de ideas, factores fundamentales para el desarrollo democrático de la comunidad.

3.      La persuasión es el único método.

Ejercemos la acción política como una tarea que debe estar signada por la persuasión como método, jamás por la imposición de ideas y la presión bajo cualquier forma.

La democracia demanda argumentos para discutir con el otro y es irreconciliable con quienes hacen de la fuerza, en sus diversas manifestaciones, un método para actuar en la política.