En ese sentido, observó que "luego de más de 5 años de inflación a tasas Venezolanas, la rentabilidad del productor primario dejo de existir, ese es el fondo de la cuestión".

Profundizando en el tema, remarcó que "la inflación, atada a un tipo de cambio fijo, sumado a la recesión internacional, produjo que la fruta rionegrina se quede sin mercado. Sin dudas será la peor temporada frutícola de los últimos diez años".

En ese sentido, señaló que la rentabilidad de la cadena es negativa y como siempre la variable de ajuste es el productor primario independiente y los trabajadores rurales. Estamos peor que en la convertibilidad" resumió.

Consultado sobre las reuniones mantenidas en Buenos Aires, el Mendioroz se mostró escéptico porque "las medidas recientemente anunciadas, no son más que parches, no resuelven ningún problema estructural del sector y sin duda el gobierno provincial y nacional no tienen entre sus prioridades definir una política pública que apunte al desarrollo de la fruticultura. Hace años venimos pidiendo que se arme una mesa de debate serio y se fijen políticas claras y que garanticen transparencia en la comercialización, como tienen otras economías regionales, caso el tabaco y la yerba mate".

Resaltó Mendioroz que "será una pésima temporada, que dejará a muchos productores fuera del sistema y a muchos otros sin la posibilidad de afrontar adecuadamente las labores culturales para la próxima, con lo que se completa un círculo vicioso tendiente a la concentración extrema en las economías regionales, problema que se repite a lo largo y ancho de todo el país, ante la más absoluta complicidad del gobierno nacional e indiferencia de los provinciales".

"De ahí que insistimos en nuestra propuesta que formalizamos a través de un proyecto de ley con los legisladores Ariel Rivero y Jorge Ocampo, que el 10% de los ingresos por los contratos petroleros sea destinado automáticamente al goteo que conforma el fondo para financiar el Plan Frutícola".

Por ultimo aseguró "éste es claramente un modelo económico que favorece la concentración de la renta, al que no le interesan las economías regionales sino sólo la ganancia de las grandes empresas cerealeras, petrolíferas, mineras, bancarias, o de comunicaciones, de hecho, sus principales aliadas".