El Soyem Bariloche inauguró el Auditorio "José Luis Lázaro"

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A un año de su fallecimiento, la Comisión Directiva del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (Soyem) rindió un sentido homenaje a José Luis Lázaro, quien en vida -junto a la ex secretaria general Graciela Bedini- fue uno de los pilares fundamentales que permitieron forjar el camino del gremio barilochense. Del acto participaron en representación del Soyem, el secretario general, Germán González, el secretario adjunto, Juan Fuentes, el secretario gremial, Adrián "Cacho" Arroyo, la secretaria de Actas y Acción Social, Brenda Morales, el tesorero, Fernando Franzé, y el quinto vocal, Alejandro Cárdenas, entre otros referentes sindicales. Además estuvieron presentes trabajadores municipales de diferentes áreas municipales, Jubilados Municipales, el padre Juan Ángel Dieuzeide, familiares y amigos.    

"Fue un compañero que supo tener mucha templanza en los momentos más difíciles", dijo el actual secretario adjunto del Soyem Bariloche, Juan Fuentes, al momento de describir a José Luis Lázaro. También recordó que "el compañero José Luis llegó a Bariloche en 1972, de mochilero. Por ese entonces, vio que se necesitaba personal en la Municipalidad, se inscribió y entró a trabajar. Fue jefe del área de Fiscalización además trabajó -hasta que se jubiló- en el área de Recursos Humanos,  fue partícipe en los años 83´- 84´ cuando se refundó el gremio,   fue Secretario Gremial, Secretario de Actas y Tesorero del Soyem. Junto a Germán González -actual secretario general del Soyem Bariloche- y la compañera Costa pusieron nuevamente en funcionamiento el sindicato".

Fuentes destacó que "José Luis siempre cumplió su rol de militante, él fue una persona de mucha fuerza, mucha humildad, pero también de mucho coraje, sobre todo en los momentos más difíciles que hemos tenido que afrontar. Por ello, es que para nosotros es un privilegio que este salón a partir de hoy lleve su nombre". 

Por su parte, los familiares de Lázaro manifestaron un especial agradecimiento a la actual Comisión Directiva por el reconocimiento a la persona y a la trayectoria de José Luis tanto en el Soyem Bariloche como en la Municipalidad. Griselda -una de las hijas- relató algunos momentos familiares compartidos con él antes de su partida, los cuales le sirvieron para delinear una imagen de lo que significó Lázaro  "como trabajador y defensor de los derechos de los trabajadores". Asimismo, señaló algunas de las conquistas que el Soyem Bariloche ha logrado históricamente y de las que Lázaro fue partícipe, las cuales -según ella- le permitió a su padre conquistar "para él y sus compañeros, derechos y beneficios". De todo lo realizado por José Luis, resaltó "su modo sereno, tranquilo, casi callado de andar por la vida, pero siempre preocupado, atento, compañero, que a a veces estallaba en enojos, pero siempre en enojos de impotencia ante la injusticia, o enojos de corrección a todo lo que se imponía a la justicia y al bien. Su modo tan particular, discreto también que a veces rozaba la ironía o el sarcasmo, sobre todo cuando se trataba de decir con disimulo alguna injusticia. Un humor que calmaba urgencias, que apaciguaba problemas de difícil resolución. Su gran sentido común, la simpleza con la que asumía la vida y lo que la vida traía. A quien se acercaba con alguna preocupación, casi siempre lo calmaba con alguna pregunta sanadora: ´¿Está en tus manos resolverlo? ¿Qué ganás con amargarte?´ Le buscaba la vuelta a la cosa. Su enorme respeto por todos y en especial su amabilidad hacia las personas de la limpieza o de los servicios que muchos consideraban de menor categoría, siempre los trataba de usted como gesto de respeto, se interesaba por sus problemas, sus penas, por la familia, y si podía, intentaba discretamente colaborar, pero lo que nunca dejaba era de colaborar, de interesarse con el sencillo gesto de la palabra". 

La familia supo resumir la trayectoria y los logros de Lázaro al mencionar que él siempre insistía en la capacitación dirigida a los empleados municipales "para promoverse y para mejorarse asimismos", luchando "para empoderar al obrero mediante el derecho a la educación". Y persiguiendo ese legado, pidieron que el nuevo Auditorio del Soyem Bariloche "sea realmente el que él soñó, que sea para que aprendan, para que enseñen y que a cada uno que él conoció le quede todo esto que dijimos de él para seguir adelante por un mundo mejor". 

Para concluir, los familiares aseguraron: "A nosotros nos queda la dulzura, la paz, y la amabilidad con la que vivió y con la que se despidió, la paz que tenía de haber hecho bien el trabajo, el trabajo de trabajar, pero sobre todo el trabajo de vivir".    

Descubrimiento de la placa

La placa instalada en el ingreso al Auditorio "José Luis Lázaro" fue diseñada por el arquitecto Alfredo Mulet, con un especial espíritu que hace referencia al ensayo periodístico "Las Venas Abiertas de América Latina" de Eduardo Galeano. La idea es reflejar una línea de pensamiento con la que Lázaro y otros referentes del Soyem Bariloche siempre coincidieron. La misma fue bendecida por el padre Juan Ángel Dieuzeide, quien se unió a Lázaro a través del propósito de incluir a jóvenes barilochenses en un taller de formación y capacitación con parámetros sobre el "Sindicalismo".       

Al momento de descubrir la placa en honor a Lázaro, el tesorero del Soyem Bariloche, Fernando Franzé explicó que "hay personas que hablan mucho y no dejan nada. José Luis era de los que te hablaban poco y te marcaban a fuego". Paso seguido, leyó las palabras plasmadas en la placa recordatoria: "Te recordamos sin llorar ni lamentarte. Te recordamos por haber hecho caminos, marcando un rumbo. Te recordamos junto a la risa de los felices. No te olvidamos porque cumpliste tu deber de hombre, Soyem Bariloche".

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