En primer lugar, el dirigente gremial hizo alusión al cambio de conducta del primer mandatario provincial a partir del lanzamiento de la candidatura provincial del presidente del PJ rionegrino, concretada días atrás en el valle medio. “Nuestra autonomía e independencia partidaria, no nos impiden advertir que el Gobernador está más nervioso que de costumbre desde que le apareció un contrincante en la provincia. Weretilneck ya debería saber, a esta altura, que los conflictos con los trabajadores no se solucionan con gacetillas de prensa, sino con decisiones políticas de las que este Gobierno adolece".

"Resulta evidente la intención del Gobernador de congraciarse con los Intendentes, pero no es obligación de los trabajadores garantizar la paz social. Son los gobiernos, con sus políticas los que deben garantizarla", agregó Aguiar y, destacando las políticas de precarización laboral, muy arraigadas en las administraciones comunales, sostuvo: “Los que extorsionan son los Intendentes que pagan salarios en negro y no le realizan los aportes jubilatorios a sus trabajadores. El que extorsiona es el Gobierno provincial, cuando contrata becados y les paga 2.500 pesos para que trabajen ocho horas.  No hay violencia más grande que cuando el Estado no brinda los servicios públicos o bien cuando estos no son de calidad. Qué puede resultar más violento que el pueblo haciendo cola en los hospitales a las cuatro de la mañana para conseguir un turno; o escuelas sin calefacción, como si nunca hubiera habido invierno en la Patagonia”.

“Nosotros no tenemos la culpa y no tenemos por qué pagar los errores del Gobernador a la hora de decidir las prioridades presupuestarias o de elegir a sus funcionarios. Si de los fondos petroleros se destina el 70% a la Policía y, pese a ello, el índice de delito no deja de aumentar en Río Negro, no es nuestra responsabilidad. Si se eligen ministros sin evaluar sus antecedentes penales como ocurre con Arrieta, o sin evaluar su formación como en el caso de Galli, tampoco es culpa nuestra. Estos hechos  demuestran una clara falencia de quien comanda los destinos de la provincia”, sostuvo.

En correspondencia al supuesto rol político del sindicato, sobre el cual el Gobernador Weretilneck hace referencia, desde ATE se manifestó: “Es mentira que nuestro sindicato esté alineado con algún partido político o realice política partidaria. Más aún, cuando todo el mundo sabe que en ATE convergen compañeros y militantes de las distintas extracciones políticas. En ese sentido, no hacemos política”, y completó: “Sí, en cambio, son políticas las necesidades insatisfechas de los trabajadores. Es un deber del Estado y una obligación del Gobierno responderlas”.

"El actual Gobierno provincial tiene un desafío importante y tarea pendiente desde que asumió: democratizar el Estado y garantizar la participación de ATE, como en el resto de las provincias argentina, en discusiones paritarias libres y plurales. Se tiene que terminar con esa discriminación y tal vez el nivel de conflicto sea mucho menor", agregó Aguiar.
 
Conflicto en Contralmirante Cordero

El Secretario General de ATE, Rodolfo Aguiar también se refirió al conflicto que se mantiene vigente en la Municipalidad de Contralmirante Cordero, en la zona del alto valle -donde el sindicato puso de relieve las irregularidades del Intendente Municipal y denunció los negociados de este funcionario. "Si el Gobernador está tan preocupado por solucionar el conflicto de Cordero, en lugar de ejercer presión sobre la Justicia para quitarle a ésta independencia, debería dar instrucciones a la Secretaría de Trabajo para que intervenga", señaló Aguiar y remarcó: “Nuestras posturas no son y nunca fueron inflexibles. Estamos abiertos al diálogo y creemos en el diálogo. A lo que no estamos dispuestos es a firmar acuerdos que perjudiquen a los trabajadores".