A partir de enero, las jubilaciones y pensiones mínimas tendrán un aumento del 2,43%, según informó ANSES, organismo dependiente del Ministerio de Capital Humano. Con esta actualización y un bono extraordinario de $70.000, los jubilados con ingresos mínimos percibirán $335.907,01. Sin embargo, este monto apenas supera el costo de la Canasta Básica Total (CBT) que, según el INDEC, en noviembre se ubicó en $324.099 por persona para no ser considerada pobre.
El ajuste salarial previsto para el próximo mes no parece suficiente frente a la escalada inflacionaria que afecta a los bienes esenciales. La Canasta Básica Alimentaria (CBA), que define el umbral de indigencia, aumentó un 1,1% en noviembre, acumulando un 82,5% en 2024 y un impactante 137,4% interanual, lo que evidencia las dificultades para cubrir necesidades básicas.
Además del haber mínimo, la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) se incrementará a $282.725,61 con el bono incluido, mientras que las Pensiones No Contributivas (PNC) por Invalidez y Vejez alcanzarán $256.134,91. Estos valores se mantienen por debajo de la CBT, afectando principalmente a las personas mayores que dependen exclusivamente de estas prestaciones para subsistir.
En el caso de las asignaciones familiares, la Asignación Universal por Hijo (AUH) será de $95.548, mientras que para hijos con discapacidad ascenderá a $311.124. La Asignación Familiar por Hijo, destinada al primer rango de ingresos, se fijará en $47.776. Sin embargo, estos montos tampoco logran cubrir los costos básicos de vida que demanda la creciente inflación.
El contexto económico actual plantea un desafío significativo para los sectores más vulnerables, especialmente jubilados y pensionados, que ven sus ingresos rezagados frente al costo de vida. Las cifras difundidas reflejan una brecha cada vez mayor entre los ingresos previstos y las necesidades reales de la población, generando preocupación sobre la capacidad del sistema para garantizar condiciones de vida dignas.
2 enero 2025
Nacionales