Trece días después de partir, los familiares perdieron el contacto y hasta el momento no hay ningun indicio sobre la ubicación del barco. Los tripulantes llevaban comida y agua para 90 días.

Los familiares pidieron a Cancillería Argentina que emita una alerta marítima para que las embarcaciones que circulan por la zona en la que presumen que se pueden encontrar informen sobre un eventual hallazgo. El organismo nacional finalmente emitió un alerta de "barco en emergencia" en zona terrestre.

El Centro de Coordinación de Salvamentos Marítimos de España era el único organismo que había emitido una alerta marítima pero meses después decidieron suspender la búsqueda.

La última luz que encendió la esperanza de los familiares de los desaparecidos fue la colaboración de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA en inglés) de Estados Unidos. El organismo les envió imágenes satelitales pero reconocieron que se necesita un especialista para interpretarlas. 

"Tenemos que seguir hasta el final, es lo que hay que hacer" escribió en las redes sociales la mujer de Echeverría, aunque luego reconoció que en todo caso, "hay que aceptarlo y agradecer el universo que nos ha permitido tener a nuestros seres queridos en nuestras vidas".

"Nos quedan pocas opciones, la fe se va de a poco... ¿cómo podemos retomar la vida sin ellos?" reflexiona aflijida en otra publicación.

En una entrevista realizada meses atrás por B2000 la mujer, Monique Nollen, había señalado dos posibles destinos desafortunados para la embarcación: una colisión con un petrolero de la compañía British Petroleum (que cruzó la trayectoria del Maratonga el 26/07) o un encallamiento en la zona del Mar de los Sargazos, conocido por los navegantes como "el cementerio de los veleros".

FUENTE: Bariloche 2000