Se cumplen 121 años del natalicio del líder que seguimos llevando en el alma, reconociendo su sabiduría y su tremenda estatura política.

Sin dudas, Perón nació con un destino: transformar la cultura política argentina del Siglo XX y forjar una doctrina que tiene plena vigencia, más allá de las fronteras y del paso del tiempo.

Doctrina y principios que son citados por los grandes líderes mundiales que pretenden modificar situaciones injustas.

Hoy se habla de organizar al ciudadano en núcleos que protejan sus derechos y acentúen sus responsabilidades. Perón, hace más de cincuenta años, ya nos enseñaba sobre la necesidad de tener una “comunidad organizada”.

Se habla de un Estado capaz de regular la economía ante las nefastas consecuencias del salvaje liberalismo, la libertad absoluta del mercado y la prepotencia de los sectores internos y externos de una economía globalizada. El creador del Justicialismo ya proponía, ni bien terminada la Segunda Guerra Mundial, la adhesión a una Tercera Posición, entre el dogmatismo de la Cortina de Hierro y el desprecio del Hombre por el Capitalismo.

“Tan lejos de los imperialismos como sea posible”, vaticinaba, y auspiciaba un Estado inteligente, con el control de los recursos vitales para el desarrollo, y en condiciones de promover el bien común y la equidad, allí donde la lógica del mercado avasallaba la persona humana.

Perón n0o sólo transformó la argentina; la trascendió. Fue el primero en plantear la integración regional con el ABC, el cuidado del medio ambiente, las economías continentales. ¿Quién puede discutir los conceptos de Soberanía Política, Justicia Social e Independencia Económica?.

Quien fuera tres veces Presidente de la República por el voto popular se introdujo en la Historia Argentina como uno de sus grandes estadistas. Y logró semejante reconocimiento porque entendió las cosas simples de los hombres simples.

“Cada uno debe producir por lo menos lo que consume”, dijo y fomentó la producción.

Al cumplirse un nuevo aniversario de su nacimiento, el mejor homenaje que podemos tributarle los Justicialistas es profundizar sus ideas y enseñanzas, retomar su ejemplo y sabiduría, valorar su entrega y entender su legado, para que las próximas generaciones de argentinos puedan ver en la práctica aquello por lo que tanto luchó: la grandeza de la patria y la felicidad del Pueblo.

Firman:
Raul Martinez (Secretario General)
Néctor Colás (Secretario de Prensa)
Unidad Básica de Viedma