Ocurrió este domingo, aproximadamente a las 16:30, frente a la Casona “Bachi Chironi”.

Luchó por varios minutos hasta que pudo extraer esa carpa de gran tamaño, no tan normal por esos lugares.

Obviamente “su pesca” (que no fue la única) llamó la atención de todos quienes pasaron por allí y seguramente más de uno le pidió sacarse una fotografía.

Características de la carpa

Su llegada a Argentina se da en la segunda mitad del siglo XIX, siendo el pez exótico más antiguo en nuestro territorio. Se trató de introducciones con fines acuícolas y ornamentales en las provincias de Entre Ríos y Córdoba (cuenca del arroyo Ascochinga, por parte del presidente Julio A. Roca). En 1938 ya existían emprendimientos acuícolas en la cuenca del río Quinto en la provincia de San Luis. A partir de la década del 40´ el Estado Argentino la introduce en numerosos embalses de Córdoba y Cuyo, como alternativa al uso de herbicidas, para el control de malezas acuáticas.

En 1925 fueron introducidas en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires como peces ornamentales, aunque su gran avanzada se dió tras las grandes inundaciones del río Quinto/Salado en 1986. Su ingreso a la Patagonia norte se da a mediados de la década del 80´, tras una inundación excepcional que conectó al río Curaco, perteneciente al sistema del río Desaguadero, con el río Colorado.

El primer registro en las cuencas Limay/Neuquen/Negro, corresponde a un muestreo científico de 1994. Si bien siempre se atribuyó a una siembra para combatir algas en lus canales de riego del Valle inferior del río Negro, los biólogos de la Dirección de Medio Ambiente de Coronel Roca, no descartan que pueda haberse dado como un trasvaso natural entre el Colorado/Negro, durante una creciente excepcional. En esta última cuenca lo que detuvo su migración aguas arriba fueron las represas: Arroyito sobre el río Limay Inferior, y el Ingeniero Ballester sobre el río Neuquen.

Las tallas promedio de las carpas dependen fundamentalmente del hábitat (espacio + competencia+ alimento). El rango más usual oscila entre 1 y 6 kilos, registrándose en Patagonia ejemplares que superaron los 15 kg. En Argentina el ejemplar más grande registrado, de más de 30 kg., fue hallado muerto en el lago San Roque (provincia de Córdoba). El record mundial es una carpa de espejos capturada en Francia en 2009, que alcanzó 41,27 kg.

Sumamente robusta y pesada, su coloración depende mucho del tipo de hábitat que puebla. Mientras en aguas lodosas adquiere tonalidades pálidas, en aguas cristalinas adquiere una hermosa librea dorada. Las aletas pectorales y dorsal poseen un radio óseo aserrado, que obligan a una manipulación cuidadosa. Su boca, protráctil, con una barbillón corto a cada lado y apuntada hacia abajo, es una adaptación a alimentarse sobre el fondo. Su hábito de remover sustratos, tiende a aumentar la turbidez y la eutrofización de los sitios donde habita.