Especialistas avalaron la decisión del Gobierno de
diferir la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, a la que se llegó
por consenso en base a evidencia científica, y coincidieron en que el objetivo
es "disminuir la mortalidad y las hospitalizaciones antes de la llegada de
la segunda ola", en un contexto de incremento de casos y desigual
distribución mundial de las vacunas.
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, se refirió ayer sábado nuevamente al tema, y explicó que "después de una semana entera de
consenso, en base a evidencia científica, (se decidió) priorizar la primera
dosis para la mayor cantidad de personas para poder lograr un beneficio muy
importante" y "disminuir la mortalidad antes de que tengamos la segunda
ola".
Vizzotti sostuvo que con la primera dosis se obtiene
"tres cuartos de protección" y que "la segunda aumenta esa
eficacia, sobre todo para que dure más tiempo" y explicó que tras la
primera inoculación demora "entre 10 y 14 días para generar la reacción
inmune" que protege contra el virus SARS CoV-2.
"Nunca estuvimos hablando de no dar la segunda dosis
sino de diferirla tres meses", puntualizó en diálogo con radio Diez.
La ministra consensuó ayer junto a sus colegas de las 24
jurisdicciones del país diferir por tres meses la aplicación de las segundas
dosis de vacunas, una decisión que se basó en la recomendación del grupo de
trabajo de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn) y del Comité de
Expertos que se reunieron durante la semana para analizar de manera integral la
evolución de la pandemia.
Andrea Uboldi, exministra de Salud de Santa Fe que forma
parte de la CoNaIn, un organismo técnico que asesora a las autoridades
nacionales en la definición de políticas sobre inmunización evaluando la
evidencia y la situación epidemiologica local, acordó con la nueva estrategia.
"Es una decisión acertada y se vincula con la
situación epidemiológica de Latinoamérica, donde hay mucha circulación del
virus y variantes, y los sistemas de salud están en riesgo", dijo a Télam
la pediatra e infectóloga.
Uboldi aseguró que otro factor importante es que "se
evidencia un crecimiento de casos" y calificó como "preocupante el
dato de ayer", cuando se notificaron 12.936 nuevos contagios de
coronavirus y 143 fallecimientos en el país.
Un tercer punto que da respaldo a la decisión de diferir
la segunda dosis se vincula con las dificultades en la producción de vacunas
por los laboratorios, la desigual distribución en el mundo y el incumplimiento
de las entregas pautadas por acuerdos firmados, apuntó Uboldi.
"En ese contexto, entre vacunar a menos población
objetivo con el esquema de dos dosis seguidas o tratar de aplicar con primeras
dosis a muchas más personas, con la presunción de que hay perspectiva de entrega
de las segundas dosis, sabiendo que necesitas 14 días o más para que esa gente
produzca anticuerpos, representa una estrategia sanitaria y peor sería no tomar
ninguna", destacó.
En cuanto a la información científica disponible, Uboldi
afirmó que con respecto a la vacuna del laboratorio AstraZéneca y la
Universidad de Oxford, que utiliza adenovirus como vectores, "se dijo que
al separar la primera dosis de la segunda, se incrementaba la efectividad
cuando tenías doce semanas".
"Con la Sputnik V (también de adenovirus)
recomendaban un período de hasta 60 días" pero al tener plataformas
parecidas "uno puede equiparar el mismo intervalo de tres meses",
describió.
Con respecto a la Sinopharm, cuyo fabricante es el
Instituto de Productos Biológicos de Beijing, la infectóloga indicó que
"la respuesta de anticuerpos a los 14 días de la primera dosis es del 75%,
de acuerdo a lo reportado en fase 1 y 2, y aumenta la seroconversión al día 28
(la cantidad de gente que tiene más anticuerpos)".
Pese a que los estudios de la fase 3 "no están
publicados" en una revista científica, Uboldi aseguró que "se puede
avanzar en un estudio de seguimiento y trabajar en conjunto con la
Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat)
y la china".
"Se puede poner la primera dosis y trabajar con la
muestra de esos pacientes y al cabo del mes dosar los anticuerpos y pedirle a
Anmat que trabaje con la agencia china e ir viendo qué sucede", explicó la
ex ministra.
El 30 de diciembre Sinopharm anunció que el primer
análisis interino de los resultados del ensayo de Fase 3 reportaron que la
vacuna alcanza una eficacia del 79,34% y que los participantes que recibieron
dos dosis produjeron un alto nivel de anticuerpos contra el virus a una tasa
del 99,52%.
Ángela Gentile, jefa del departamento de Epidemiología
del hospital de niños Ricardo Gutiérrez, coincidió con Uboldi y dijo que la
decisión oficial "es una estrategia de salud pública válida".
"Creo que estamos en un contexto mundial difícil en
cuanto a la provisión de vacunas y en un comienzo de rebrote; hay que armar
estrategias que tengan en cuenta el riesgo", señaló a Télam la médica
infectóloga y pediatra, tras resaltar que "lo que se busca es evitar hospitalizaciones
y muertes".
Gentile sostuvo que "el gran objetivo no es frenar
la transmisión, porque para eso se necesitan altas coberturas en un corto plazo
y no estarán de forma inmediata en ningún lugar", y aclaró que "se
está hablando de diferir las dosis, no de suspenderlas, porque siempre va a
haber que dar una segunda dosis".
"La experiencia pediátrica incluso da muestra de que
si uno distancia el intervalo entre dosis no pierde la eficacia; tiene menor,
pero los niños o familias aumentan los intervalos y uno logra protección",
afirmó.
Jorge Geffner, inmúnologo del Conicet, dijo a Télam que
las decisiones sobre vacunación se toman "en un contexto de restricción de
vacunas a nivel mundial".
"Cuando analizas la información publicada
rigurosamente, se indica que no habría mayores problemas para postergar las
dosis de la Sputnik V y la AztraZeneca, hasta los tres y cuatro meses y eso es
una decisión acertada", indicó Geffner.
En relación a la Sinopharm, señaló que "no hay
elementos publicados sobre la Fase III que permitan extrapolar si podemos o no
diferir la segunda dosis, aunque es una vacuna muy buena como la Sinovac, que
son de virus inactivado".
"Para la Sputnik hicimos un seguimiento local en 300
vacunados y en una sola dosis se convierte en 90% la cantidad de gente que
comienza a producir niveles significativos de anticuerpos, lo mismo que está
publicado en Rusia", apuntó.
Con la vacuna de AstraZeneca, el inmunólogo coincidió en
que los británicos ya se encuentran difiriendo las dosis a tres o cuatro meses
"y están con una campaña de vacunación inmensa, lo cual brinda datos sobre
esta vacuna".
22 noviembre 2024
Nacionales