La faringitis se diagnostica mediante cultivos bacterianos y se trata
con antibióticos. La higiene de las manos y la higiene personal pueden ayudar a
controlar la transmisión.
Ante la situación emergente, el Ministerio de Salud de la Nación emitió
las siguientes recomendaciones a la población:
Los síntomas de la faringitis son dolor de garganta; fiebre; cefaleas;
dolor abdominal; náuseas y vómitos; enrojecimiento de faringe y amígdalas; mal
aliento; ganglios aumentados de tamaño en el cuello.
En lo referido a la escarlatina los síntomas más frecuentes son garganta
roja y adolorida; fiebre (38.3 °C o más); erupción color rojo con textura de
papel de lija; piel de color rojo intenso en los pliegues de axila, codo e ingle;
recubrimiento blancuzco sobre la lengua o el fondo de la garganta; lengua
"aframbuesada”; dolor de cabeza; náuseas o vómitos; inflamación de los
ganglios; dolores en el cuerpo.
Ante la presencia de algunos de estos síntomas es importante evitar la automedicación
con antibióticos y realizar una consulta médica para tener diagnóstico
oportuno.
En el caso de recibir indicación médica de tratamiento antibiótico, es
fundamental completar el esquema (no acortar ni abandonar los tratamientos
anticipadamente), ya que la utilización inadecuada de los antibióticos promueve
la resistencia bacteriana, hecho que atenta contra su efectividad en el futuro.
Las personas enfermas deben evitar concurrir a lugares públicos
(trabajo, escuela) y restringir los contactos hogareños. Además es de
importancia lavarse las manos frecuentemente; no compartir objetos de uso
personal (cubiertos, vasos, toallas, entre otros) y ventilar adecuadamente y de
forma regular los ambientes.
Por último, la cartera sanitaria nacional recuerda adicionalmente que
todas las personas deben tener al día la vacunación antigripal y contra
COVID-19, muy especialmente aquellas que presentan factores de riesgo.

15 diciembre 2025
Río Negro