El dirigente de la Junta Vecinal del Barrio San Martín, Ismael Curugual, se prepara para transferir su rol institucional y aportar su larga experiencia y conocimiento a su hijo Calquín, quien asumirá al frente de esa institución en estos días tras haber ido a elecciones con lista única y recibir su diploma por parte del gobierno municipal.

Ismael fue integrante de la Junta en los 90 y luego volvió hace 10 años a conducir los destinos de la entidad barrial. En las pasadas elecciones del 16 de septiembre su hijo Calquín resultó electo y luego fue proclamado y ayer se le entregó el diploma. “Calquín ya viene trabajando desde los 12 o 13 años. Hoy tiene 20 y está muy comprometido con la tarea”, afirmó su padre.

Destacó que “mantienen buen diálogo con otras juntas vecinales” y explicó que en su barrio usan las instalaciones de la Junta en coordinación con áreas de salud y otros organismos para dar servicios a los habitantes del sector. “Hay comercios que colaboran y no le cobramos a sus empleados cuando necesitan usar el edificio”, afirmó.

“Todos saben lo que hacemos en el barrio, uno puede decir una cosa pero no aparentar lo que no es, acá todos nos conocen”, sostuvo. En cuanto a la situación del barrio describió que “hay muchos reclamos por la pavimentación. La última calle que se asfaltó fue la Cabral y hay vecinos que hicieron gestiones por Pedemonte. Ahora estamos pidiendo que esperen porque vamos a retirar las planillas del presupuesto participativo”.

En cuanto a su historia como vecinalista dijo que el ex intendente, ya fallecido, José Luis Foulkes “es mi ejemplo en todo” aunque también valoró la figura de Pedro Pesatti. Finalmente se quejó que durante la pandemia se hicieron cambios en la jurisdicción del barrio y quitaron un sector que pasó a la órbita de otra junta vecinal. “Yo me enteré por el boletin oficial que nos habían sacado varias manzanas”, concluyó.