Desde la Confederación
Argentina de la Mediana Empresa (CAME) celebró que el Gobierno nacional “haya
puesto como objetivo alcanzar el déficit cero, dado que el déficit estructural
de las cuentas públicas es una de las causas del imparable proceso
inflacionario que nuestro país atraviesa desde hace muchos años”.
El sector que CAME
representa, las centenas de miles de pymes que generan la mayor proporción de
la riqueza del país, “hace décadas que tiene un casi nulo acceso al crédito.
Por lo tanto, la única fuente de financiación posible es la reinversión de los
excedentes. Eso es, en la práctica, ni más ni menos que no gastar más de lo que
se genera. Las pymes somos las empresas más aplicadas en esa teoría”, dijo la
entidad a través de su presidente, Alfredo González.
Para las pequeñas y medianas
empresas “fue muy complejo sobrevivir en una economía con tasas de inflación de
dos dígitos mensuales. No sólo que no tenemos injerencia en la formación de los
precios, sino que además sufrimos la incertidumbre de no saber si se podrán
reponer los productos que se venden. Esa situación ha dejado a muchos de
nuestros empresarios sin viabilidad económica ni financiera de sus negocios”.
Las medidas expuestas por el
ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, en su primera intervención
pública “son de una extrema sensibilidad para las pymes nucleadas en CAME. La
devaluación provocará un cambio sustancial en los precios relativos de la
economía que, sumado a la quita de subsidios y a los recortes de inversión en
infraestructura, impactarán de manera significativa en la capacidad de consumo
de la ciudadanía. No podemos dejar de lado el hecho de que las pymes operan
mayoritariamente en el mercado interno y que estas medidas repercutirán
ineludiblemente en el nivel de actividad. Una fuerte caída de esta podría
llevar a gran parte de nuestras empresas a un déficit económico difícil de
sostener”.
22 noviembre 2024
Nacionales