Una de las más extensas
redes de refugio de montaña de Sudamérica se emplaza en las alturas de El
Bolsón, el pueblo patagónico con impronta hippie que se recuesta en las laderas
del imponente cerro Piltriquitrón, en Río Negro, y que además atrae a miles de
personas por sus pozones de aguas cristalinas, ríos de deshielo y senderos
bañados en naturaleza.
Existen varias maneras de
experimentar El Bolsón, pero para quienes gustan de caminar bosques encantados,
sumergirse en aguas cristalinas y revolcarse en la nieve, la mejor invitación
es desde las alturas, a través de los más de 15 refugios de montaña que se
sitúan dentro del área protegida Río Azul-Lago Escondido, fronterizo con Chile.
Hay dos recorridos que se
adaptan especialmente a quienes ascienden a la montaña por primera vez, el del
camino troncal y el del refugio del Hielo Azul, cuenta a Télam Federico Magri,
autor de la popular web El Bolsón Trekking y redes sociales homónimas, desde
donde también imparte educación ambiental.
El sendero troncal o del
Cajón del Azul se extiende a lo largo de casi 30 kilómetros, solo de ida, es el
más turístico y más sencillo de recorrer porque atraviesa ocho refugios y dos
campings, uno cada hora y media de caminata.
"La amplia
disponibilidad de refugios permite que cada persona pueda organizar las paradas
según sus expectativas y necesidades", explica Magri, y aconseja que para
principiantes lo mejor es "pensar la travesía en tres noches y pernoctar
al menos en dos refugios"; entre sus preferidos están el Cajón del Azul,
Casa de Campo y Los Laguitos.
El punto de partida del
circuito del Cajón del Azul es la Chacra Wharton, situada a unos 15 kilómetros
del centro de El Bolsón, en el camino a Mallín Ahogado, adonde se llega en
colectivo de línea.
"El circuito acompaña
en gran parte al río Azul, un río cristalino de hielo de montaña, en el que se
forman pozones -hondonadas en el lecho, donde las aguas corren más lentas- con
transparencias y varias tonalidades. Se puede descansar en lugares
espectaculares", detalla Magri, de 50 años, quien disfruta de dividir su
tiempo entre las finanzas y las montañas que camina desde hace cuatro décadas.
Otra ventaja que hace más
disfrutable el sendero es que se recorre mayormente en sombra, dentro de
bosques nativos de lenga, ciprés y alerce, que regalan, por momentos,
fotografías que parecen extraídas de cuentos de hadas.
"El camino está muy
bien marcado, no tiene ningún tramo técnico y hay gente recorriéndolo todo el
tiempo, por lo que no es necesario ir con guía. Con unas zapatillas de trekking
y una mochila con lo necesario se va muy bien", evalúa Magri, aunque
advierte que "quien piense que es un simple paseo, va a sufrirlo porque es
necesario tener cierto entrenamiento".
El primer parador se
encuentra a seis kilómetros de Wharton, es el camping Los Pozones, poco
conocido porque abrió el año pasado, y si se continúa dos kilómetros más
aparece el refugio La Playita; son dos de los pocos que descansan al margen del
río Azul.
"Los dos sitios tienen
pozones hermosos. La gente va muy apurada a conocer los del Cajón del Azul
porque son los más populares que tiene el circuito, pero no son los más
lindos", confiesa Magri, quien subió a las montañas más de 100 veces y
sigue eligiéndolas cada vez que necesita "sentir paz y desconectarse
completamente" de lo que lo rodea.
Río arriba, a un kilómetro
de La Playita, está La Tronconada, un refugio bastante rústico al que se accede
tras cruzar el río por un puente colgante muy pintoresco, y a dos kilómetros
más está el refugio Cajón del Azul.
"Los famosos pozones de
color turquesa, donde la gente se tira y toma fotos, están media hora antes del
Cajón. El camino va sobre un cañadón que se forma entre dos montañas y, si bien
no hay un gran ascenso, se camina todo el tiempo en subida y bajada. Es un
tramo cansador", repara.
Cerca del río, a dos
paradores y unos tres kilómetros del Cajón, se erige el refugio Casa de Campo,
que tiene la particularidad de ofrecer tenedor libre de asado casi todas las
noches.
Se deben pasar dos
instalaciones más y 13 fascinantes kilómetros de transición entre bosque andino
patagónico y selva valdiviana para llegar a Los Laguitos, al margen del lago
Lahuan, el último refugio del recorrido y puerta de acceso a la cumbre del
Cerro Año Nuevo y a los lagos Soberanía, Montes y Escondido.
esde Wharton también se
accede al refugio del Hielo Azul, el segundo de los recomendados por Magri y
bautizado así por un hermoso glaciar, lamentablemente en retroceso hace 35
años. El sendero comparte el primer tramo con el circuito troncal y, tras el
desvío, bosques de ciprés y lenga escoltan el resto del camino.
Un gigante mallín de altura
-humedal de montaña- y algunos espacios donde se acumula nieve, apta para
revolcarse, dan la bienvenida tras 10 kilómetros de marcha al refugio Laguna
Natación, el más alto del circuito, con 1.450 metros sobre el nivel del mar.
Desde allí se puede acceder
al anfiteatro, al sendero y miradores de la laguna, y a la cumbre del cerro
Hielo Azul, con asombrosas vistas al glaciar, a los volcanes Osorno y
Puntiagudo y a los cerros Tres Picos y el Tronador. El refugio Hielo Azul, el
último, está tras 40 minutos más de caminata y es la puerta al glaciar tras dos
horas de marcha.
Existen dos alternativas
para la vuelta, una es mediante el sendero de 13 kilómetros que dirige al
acceso Doña Rosa -un camping que ya no existe-, y la otra es regresando a Lago
Natación y allí hilvanar con el Cajón del Azul, para retomar el circuito
troncal.

LAS CLAVES PARA INCURSIONAR
EN LAS MONTAÑAS DE EL BOLSÓN
Nueve claves para saber
dónde se camina y cuál es el mejor momento del año para ir, qué requerimientos
son obligatorios y cómo evitar un mal momento durante el recorrido por los
refugios de El Bolsón:
1. Todos los refugios,
excepto el del cerro Piltriquitrón, están emplazados dentro del Área Protegida
de Río Azul-Lago Escondido (Anprale), conformado por unas 65.000 hectáreas de
bosque andino que, desde 1994, promueven la conservación de la biodiversidad y
el uso sostenible de sus recursos naturales.
2. Antes de ir a la montaña,
se aconseja visitar la oficina de Montaña de El Bolsón, de la Dirección de
Turismo, para obtener información útil sobre las travesías, desde el horario
del colectivo hasta qué cosa llevar y la dificultad de los senderos. Tener en
cuenta que los senderos deben iniciarse temprano, a más tardar 8:30.
3. Es obligatorio
registrarse en el sitio web de Anprale (https://anprale.com/) antes de
adentrarse a los senderos. En las montañas no hay señal de teléfono, por lo que
se recomienda también informar a familiares cuál es el recorrido tentativo y la
estimación de noches en refugios de montaña.
4. De acuerdo con Federico
Magri, responsable del sitio web El Bolsón Trekking (https://elbolsontrekking.com/),
los mejores meses para estos trekkings son diciembre, entre finales de febrero
y principios de marzo, y entre finales de marzo y principios de abril, cuando
los legales cambian el color de sus hojas y las montañas se tiñen de rojo,
aunque el clima no acompañe totalmente dado que no nieva, pero no hace calor.
En enero y primeras tres semanas de febrero, los circuitos se colman de
visitantes.
5. Puede ser conveniente
tener un silbato en el cinturón de pecho de la mochila, porque permite advertir
una situación de peligro o indicar una dirección.
6. Una alternativa de
recorrido para personas con experiencia en montaña y bien entrenadas es hacer
los circuitos en bicicleta.
7. Se sugiere llevar por lo
menos un litro de agua y solo recargar los recipientes en los arroyos que bajan
de la montaña, después de cruzar el Cajón del Azul, y nunca del río. No está de
más llevar un filtro de agua o alguna pastilla potabilizadora. No debe faltar
el protector solar ni la gorra.
8. Dentro del botiquín, es práctico
que haya una venda -en caso de torcedura-, una pinza de depilar -para retirar
cualquier cosa que se introduzca en nuestra piel-, un alicate -para evitar
incomodidades con el calzado-, hilo y aguja -para remendar cualquier tela que
pueda dañarse, como carpa, mochila-, y medicamentos habituales.
9. Es importante cuidar la
vista. Por ello se recomienda llevar gafas para evitar el encandilamiento por
el sol, la nieve y evitar cualquier basurita o polvo que haya en el camino. Se
sugiere usar anteojos antes que lentes de contacto y tener gotas para disminuir
la irritación de los ojos, porque también facilitan la eliminación de cualquier
basurita-.

13 diciembre 2025
Río Negro