En un emotivo acto celebrado en la Manzana Histórica, el intendente de Viedma, Marcos Castro, y el vicegobernador Pedro Pesatti, encabezaron la conmemoración del 125º aniversario de la gran inundación que devastó la ciudad en 1899.

Durante la ceremonia, se descubrió una placa en la esquina de Colón y Rivadavia, al pie de la torre del reloj salesiano, marcando la altura que alcanzaron las aguas durante la catástrofe. Funcionarios municipales y provinciales, concejales, legisladores y vecinos participaron en el acto, que recordó la tragedia y celebró el espíritu de resiliencia que permitió la reconstrucción de Viedma.

"Es esencial rescatar el espíritu de solidaridad que en ese momento existió y que sigue presente en todos nosotros," afirmó Castro, destacando la colaboración de los vecinos de Carmen de Patagones que ayudaron a Viedma a resurgir de las aguas. "Hoy, enfrentamos nuevos desafíos, pero necesitamos que ese espíritu solidario prevalezca para asegurar un futuro mejor," añadió.

Por su parte, el vicegobernador Pesatti reflexionó sobre la capacidad de la comunidad para sobreponerse a la adversidad y construir un futuro prometedor. "Los tiempos del pasado no son mejores que los actuales, y tenemos todas las capacidades para construir un futuro mejor que este presente," dijo El vicegobernador también agradeció al gobierno municipal por mantener viva la memoria de este evento histórico.

Pesatti recordó cómo su propia familia, al igual que muchas otras, perdió todo durante la inundación y tuvo que empezar de nuevo. "La inundación arrasó con todo, dejando a Viedma como una colección de ladrillos dispersos," relató, enfatizando la fortaleza y determinación de los pobladores para reconstruir la ciudad.

Los funcionarios destacaron que, gracias a la construcción de defensas y la regulación de los caudales del río a través de represas, Viedma no ha sufrido inundaciones significativas en más de 80 años. Este progreso brindó tranquilidad a los residentes y productores de la región.

El acto concluyó con un reconocimiento a los vecinos y vecinas que, con esfuerzo y dedicación, reconstruyeron la capital del por entonces Territorio Nacional del Río Negro, y que más tarde se convertiría en la capital de la provincia de Río Negro.