El Gobierno de Río Negro anunció una inversión cercana a los 20.000 millones de pesos para la ampliación de su infraestructura hospitalaria, un esfuerzo que se enmarca en un contexto de crisis del sistema de salud. Esta inversión busca aumentar la capacidad de atención en hospitales provinciales, añadiendo 215 nuevas camas y permitiendo el funcionamiento de nuevas especialidades médicas. A pesar de este esfuerzo por mejorar la infraestructura, la provincia enfrenta desafíos relacionados con la escasez de profesionales y los reclamos de los gremios de salud, como ASSPUR, ATE y UPCN, que exigen mejoras salariales y condiciones laborales.

De acuerdo con la información proporcionada por el Ministerio de Obras y Servicios Públicos, se están ejecutando 14 obras de salud en toda la provincia, que abarcarán una superficie total de 24.156 metros cuadrados. Estas obras se suman a los 27.672 metros cuadrados existentes, lo que representa un aumento del 87% en la infraestructura hospitalaria. El objetivo de estas obras es mejorar la capacidad de internación, con un total de 484 camas de internación una vez finalizadas las obras, que permitirán un mejor servicio a los habitantes de Río Negro.

El Gobernador Alberto Weretilneck destacó que todas las obras se financian con recursos provinciales, reafirmando el compromiso de su gestión con la mejora del sistema de salud en todas las regiones de la provincia, sin importar la ubicación de las comunidades. En su mensaje, el mandatario señaló: “Estamos priorizando los recursos en obras para que cada familia rionegrina, sin importar dónde viva, tenga acceso a un sistema de salud de calidad”.

Entre las obras en ejecución, se destacan los hospitales de Maquinchao, San Carlos de Bariloche, Fernández Oro y Cinco Saltos, además del nuevo hospital de Ramos Mexía y las salas de tomógrafos y resonadores en los hospitales de El Bolsón y Cipolletti. También se encuentran en proceso de licitación los nuevos hospitales de Sierra Colorada, Barda del Medio, Darwin, Dina Huapi, así como la segunda etapa de ampliación del hospital de Maquinchao y el hospital de Chimpay.

La distribución de estas obras en el territorio de la provincia, especialmente en la Región Sur, refleja el esfuerzo por mejorar la infraestructura hospitalaria en zonas rurales y alejadas de los grandes centros urbanos. Tras la inauguración del gasoducto a través del Plan Castello y la llegada del gas a hogares e instituciones, la provincia intenta fortalecer su servicio de salud en la zona, con la reinauguración del hospital de Ramos Mexía y el avance de las obras del hospital de Maquinchao, que continuará con una segunda etapa de ampliación.

Uno de los proyectos más destacados es la reforma integral del Hospital de San Carlos de Bariloche, que duplicará su capacidad de atención con la incorporación de 119 nuevas camas de internación, alcanzando un total de 339. Esta obra, con una inversión de 11.739 millones de pesos, se espera que finalice en 2025. A su vez, el nuevo Hospital de Fernández Oro está previsto para cubrir la creciente demanda de la comunidad, con un avance del 88% y una inversión provincial de 1.968 millones de pesos.

A pesar de estos esfuerzos por mejorar la infraestructura, el sistema de salud enfrenta desafíos importantes debido a la falta de personal médico, lo que ha llevado a renuncias por bajos salarios y condiciones laborales, en medio de los reclamos de los gremios que exigen mejoras inmediatas. La creciente demanda de atención médica y la falta de recursos humanos especializados resaltan la necesidad de un abordaje integral que, además de la mejora en infraestructura, también contemple la capacitación, contratación y retención de profesionales de la salud en toda la provincia.

Además de estas obras, la provincia trabaja en proyectos de ampliación y refacción en hospitales de otras localidades como Cervantes, Darwin, Barda del Medio y Dina Huapi.