El dirigente de Republicanos Unidos, Nicolás Suárez Colman, expresó su rechazo a la octava Marcha por la Soberanía al Lago Escondido, organizada por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) junto a otras agrupaciones. La movilización busca visibilizar la denuncia sobre la presunta usurpación de más de 12.000 hectáreas en la región patagónica por parte del empresario británico Joseph Lewis, que, según los organizadores, adquirió ilegalmente dichas tierras y obstaculiza el acceso al lago.

A través de su cuenta en la red social X (antes Twitter), Suárez Colman manifestó que presentará una denuncia penal contra lo que calificó como un intento de invasión a la propiedad privada. En su publicación, el dirigente expresó: “Las lacras de ATE comandadas por Rodolfo Aguiar planean marchar a Lago Escondido para invadir la propiedad privada. Sepan que voy a estar presentando la denuncia penal. La Argentina del futuro comienza sin mafias, sin extorsiones y sin simios que pongan palos en la rueda”.

Consultado sobre el contexto de la movilización y sus críticas, Suárez Colman destacó que su espacio político ha encabezado denuncias contra lo que considera entregas de soberanía, ocupaciones ilegales y otras irregularidades en la región cordillerana. En esa línea, señaló que, bajo su accionar, se logró frenar la cesión de tierras del Ejército a comunidades indígenas en Pampa del Buenuleo, Villa Mascardi y Cuesta del Ternero. Asimismo, apuntó contra dirigentes como Luis Pilquiman y Magdalena Odarda, a quienes vinculó con dichas acciones.

“La llegada de un nuevo gobierno representa el cierre de una etapa oscura para los patagónicos”, agregó Suárez Colman, quien expresó confianza en que el Ministerio de Seguridad, encabezado por Patricia Bullrich en la gestión de Javier Milei, actuará para garantizar la protección de la propiedad privada en la región.

La octava Marcha por la Soberanía al Lago Escondido, organizada por ATE, se enmarca en un reclamo histórico por el acceso público al lago y la devolución de las tierras adquiridas por Lewis, que según las organizaciones involucradas, fueron obtenidas de manera irregular. A pesar de las críticas, desde la organización sindical reafirmaron su compromiso con esta movilización, que se ha convertido en un símbolo de la lucha por la soberanía territorial en la Patagonia.