El gobierno nacional declaró la emergencia y el desastre agropecuario en el departamento de Bariloche, luego del pedido elevado por la provincia de Río Negro debido a los incendios forestales que arrasaron con 3.825 hectáreas y afectaron a más de 150 productores. La medida permitirá el acceso a asistencia y financiamiento para la recuperación de la actividad productiva en la región.
El anuncio se concretó tras la reunión de la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios, convocada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, donde el ministro de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro, Carlos Banacloy, presentó el impacto del siniestro en la provincia. Según el informe técnico analizado por la Comisión, el fuego consumió 2.069 hectáreas de bosque nativo, 166 de plantaciones forestales y 250 de chacras agropecuarias, generando daños en viviendas, sistemas de riego y equipamiento productivo.
Durante el encuentro, Banacloy detalló la coordinación de esfuerzos entre el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), Bomberos, Defensa Civil, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego y el Ejército, entre otros organismos, para contener la emergencia. Asimismo, destacó las acciones implementadas por la provincia, como la distribución de forraje y la puesta en marcha de líneas de financiamiento por más de $1.800 millones para apoyar la recuperación productiva.
Las condiciones climáticas extremas complicaron las tareas de contención, con temperaturas elevadas y vientos de hasta 80 km/h que permitieron la rápida propagación del fuego. En cinco horas, el incendio avanzó nueve kilómetros, generando focos secundarios y afectando a cerca de 700 familias en una zona con alta densidad poblacional y diversos tipos de construcciones.
El informe presentado ante la Comisión Nacional también alertó sobre las consecuencias ambientales del siniestro, como la pérdida de biodiversidad y la afectación de 151 hectáreas de humedales esenciales para el ecosistema y la actividad apícola. Entre las pérdidas productivas se reportó la destrucción de sistemas de riego, invernaderos, colmenas y cultivos frutihortícolas, con un 25% de la producción de frambuesa de la región afectada.
El gobernador Alberto Weretilneck había declarado previamente la emergencia y el desastre agropecuario a nivel provincial mediante el Decreto 75/2025, en vigencia desde el 1 de febrero por un año. Con esta resolución, la provincia solicitó a la Comisión Nacional la extensión de la medida a nivel nacional, lo que finalmente se concretó en la reunión realizada hoy.
En el encuentro participaron representantes del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), la Agencia de Recaudación Tributaria de Río Negro (ARCA) y autoridades nacionales del área agropecuaria.

19 diciembre 2025
Río Negro