El presidente del Concejo Deliberante de Viedma, Pedro Bichara, expuso con firmeza su preocupación por una conducta que, según afirmó, se repite con frecuencia y alimenta la proliferación de microbasurales en la capital rionegrina: vecinos y vecinas que limpian sus propios terrenos para luego arrojar los residuos en sectores habitados por otras familias.

“Limpian su espacio, su hábitat, su lugar donde viven, pero luego van y todo eso que han sacado lo tiran en el espacio donde viven otros vecinos”, expresó Bichara al describir una situación que, aseguró, fue constatada en territorio junto a habitantes de distintos barrios. Las declaraciones del edil se dieron en el marco de la presentación de una propuesta que modifica la ordenanza 8527, centrada ahora en identificar a quienes cometen esta infracción.

El concejal sostuvo que este tipo de prácticas evidencia una diferencia de trato entre personas. “Estaríamos ante la presencia de gente que cree que hay vecinos de primera y vecinos de segunda. Que hay quienes no pueden soportar la basura en su hábitat, pero creen que otros sí pueden hacerlo”, afirmó. Las palabras de Bichara apuntan a una desigualdad estructural que se materializa a través de acciones cotidianas que dañan el entorno compartido.

Durante su intervención, el dirigente también apeló a una diferenciación conceptual entre tipos de comportamiento: “Un profesor de cívica hablaba de conducta interna y conducta externa; cuando uno no hace algo porque está convencido o porque sabe que será sancionado. Hoy, lamentablemente, estamos apelando a la conducta externa”, reconoció. En ese sentido, admitió que el objetivo ideal es el compromiso genuino de la ciudadanía, pero remarcó que las sanciones son necesarias ante la falta de conciencia ambiental.

Entre los elementos propuestos para sumar a la normativa vigente, Bichara detalló tres puntos concretos: la identificación del vehículo desde el cual se arroja la basura, un sistema de ventanilla electrónica para canalizar denuncias, y el sostenimiento de campañas de concientización. Particularmente, subrayó que en numerosas ocasiones los residuos fueron trasladados en autos “deporte” y de “costo importante”, lo que —en sus palabras— “indigna mucho más” al evidenciar que no se trata de un problema vinculado a la falta de recursos.

“Nosotros hemos certificado que así ocurre, y por eso creemos que es fundamental avanzar con estos mecanismos”, insistió. En cuanto a la aplicación de la medida, señaló que la reglamentación estará a cargo del Poder Ejecutivo y de las direcciones correspondientes, pero remarcó la importancia de trabajar “junto a las Juntas Vecinales y la representación de los vecinos” para perfeccionar la herramienta.

Si bien reconoció que la nueva ordenanza “no va a solucionar el problema de manera integral”, afirmó que representa un instrumento valioso para abordar una situación que afecta cotidianamente a distintos sectores de la ciudad. “Puede ayudarnos a erradicar de una vez por todas los microbasurales que se hacen o se forman compulsivamente por aquellos que tiran basura”, concluyó.