La actividad turística atraviesa uno de los momentos más delicados de los últimos años. Aunque destinos como Bariloche mantienen buenos niveles de ocupación por la llegada de visitantes brasileños, en el resto del país la situación es crítica. Así lo expresó Aldo Elías, vicepresidente de la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT), en una entrevista con el programa de turismo Puertas Abiertas, que se emite por FM Raíces de Viedma, FM Libre de Sierra Grande, FM Dina Huapi y Radio Malón de Lago Puelo.

Elías explicó que la temporada baja —comprendida entre abril y junio— mostró niveles de actividad muy por debajo de lo habitual y que el comienzo de las vacaciones de invierno no logró revertir la tendencia. “Eso genera un fuerte ruido respecto a lo que puede pasar en la próxima temporada baja: agosto, septiembre y octubre. Los números no son buenos”, afirmó.

El impacto ya se refleja en la pérdida de empleo: “Se están perdiendo aproximadamente 10 puestos de trabajo por día en el sector hotelero. Eso es lo que más nos preocupa”, señaló. Desde la AHT indicaron que mantienen diálogo permanente con el Ministerio de Turismo que encabeza Daniel Scioli, y que ya acercaron propuestas a las autoridades económicas nacionales.

Según Elías, uno de los principales factores que explican la crisis del sector es la presión fiscal. “Cada 100 pesos que cobra un hotelero, 60 son impuestos. Esto no sucede en los países de la región. Somos de los cinco países del mundo con mayor carga tributaria”, sostuvo. Esta situación se ve agravada por un tipo de cambio que no favorece al turismo receptivo.

“La falta de competitividad se vuelve más evidente cuando el dólar está bajo. Hoy hay personas que, teniendo los medios para vacacionar, encuentran más barato viajar al exterior que hacerlo dentro del país”, indicó.

La crisis alcanza a todo el sector, desde los grandes destinos turísticos hasta las ciudades capitales. Elías mencionó que lugares como Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Mar del Plata presentan una caída significativa en la ocupación. “Los fines de semana largos se defienden, pero no alcanzan para compensar una temporada baja catastrófica”, advirtió.

A la merma del turismo interno se suma la pérdida de poder adquisitivo de los sectores medios. “El que antes podía hacer un viaje por la Argentina, hoy no puede. Y el que aún puede, lo hace afuera”, agregó. También subrayó que los aumentos en tarifas de servicios impactan en los costos del sector: “El gas, la luz, el agua: todo aumentó. El Gobierno eliminó los subsidios para lograr el superávit fiscal, pero aún falta la parte de la baja de impuestos. Si no se hace un equilibrio, no se mejora la situación en su conjunto”.

En su diagnóstico, Elías cuestionó la estrategia económica actual: “Si no hay consumo, no hay impuestos que cobrar. Este año fue récord en salidas de argentinos al exterior. Si lográramos que ese gasto se haga dentro del país, sería un ingreso clave para el Estado”.

“Son diez familias por día que pierden su ingreso”, concluyó. Para el dirigente, la crisis del turismo no es solo coyuntural, sino estructural, y requiere medidas urgentes para revertir la pérdida de empleos y reactivar el sector.