Una investigadora de la Universidad Nacional de Río Negro confirmó la presencia en el río Negro de Tridentiger bifasciatus, un gobio originario del Pacífico asiático, cuya aparición representa un nuevo registro de especie exótica en el estuario. El hallazgo se realizó sobre la costa de Viedma y Patagones tras la colecta de dos ejemplares capturados por pescadores locales, quienes colaboran habitualmente con la comunidad científica.

La bióloga Andrea Tombari, integrante del CIT Río Negro (CONICET–UNRN), explicó que la llegada de los peces fue advertida gracias al aporte de quienes trabajan diariamente en el río. “El hallazgo fue gracias a unos pescadores que trajeron un par de peces que no sabían qué eran y acá pudimos identificarlo”, relató. Los ejemplares coincidían con descripciones previas del gobio asiático, una especie que ya había sido detectada en Pehuen-Có y que, según estudios recientes, podría expandirse mediante el agua de lastre de embarcaciones.

Tombari detalló que se trata de un pez pequeño, de hasta 12 centímetros, bentónico y con un comportamiento territorial. “Es un gobio de origen chino del Pacífico y aparentemente tiene que haber llegado con el agua de lastre de las embarcaciones”, explicó. Añadió que la especie tolera diferentes grados de salinidad y presenta una notable capacidad de adaptación: “Entiendo que pueden vivir en agua salada y en agua dulce, soportan diferentes salinidades y evidentemente tienen buena adaptación, porque también se han encontrado en Alemania y en Bélgica y ahora en Argentina”.

Respecto de las características morfológicas, señaló que posee dos bandas longitudinales oscuras y una coloración críptica que le permite confundirse con el ambiente. Por su comportamiento sedentario, la investigadora presume que pudo establecerse entre los escombros y cavidades de la defensa costera de Patagones: “Encontró un buen refugio para asentarse, pero lo único que sabemos es que está recién. A partir de ahora vamos a empezar a buscar más muestras y analizar qué es lo que está comiendo”.

La especialista aclaró que el pez es carnívoro, pero esto no implica un riesgo directo para la población. “Que sea carnívoro no significa que sea un pez asesino. Puede comer invertebrados, larvas de peces o huevos, pero vamos a ver qué hace acá porque no sabemos nada”, explicó. También indicó que los ejemplares hallados son los primeros registrados formalmente en el río Negro, aunque pescadores de la zona manifestaron haberlos encontrado meses antes.

Consultada sobre la posible expansión río arriba, Tombari señaló que la biología de la especie limita su desplazamiento hacia aguas totalmente dulces. “No debería pasar de San Javier porque tolera diferencias de salinidad, pero no creemos que llegue más arriba. La naturaleza no es rígida, pero en principio no debería”, sostuvo.

La presencia de esta especie se suma a un escenario ya complejo: casi el 50% de los peces identificados en el río Negro son introducidos. Para Tombari, antes de evaluar eventuales amenazas es necesario contar con datos sólidos. “Antes de saber si puede haber amenazas tenemos que ver qué pasa. Este año vamos a empezar a estudiar cuál es la dieta de este pez y en función de eso veremos cómo afecta”, afirmó.

El hallazgo fue publicado en la revista científica Acta Zoológica Lilloana, donde se detalla la procedencia, el análisis morfológico y el potencial impacto ecológico del gobio. La investigadora anticipó que continuarán los muestreos para determinar su grado de establecimiento y su interacción con otras especies del estuario.