En primera medida, el rionegrino instó a la realización de estudios de impacto ambiental que determinen las consecuencias que pudiera provocar la tormenta de ceniza volcánica, sobre todo haciendo hincapié en la salud de las personas, el impacto sobre la ganadería y la agricultura y sobre los suelos, ríos y lagos de las zonas afectadas.
Por otra parte, solicitó la creación de un plan nacional de emergencia con el fin de subsidiar la recuperación de la actividad productiva pública y privada de las provincias afectadas por las cenizas, ya que por ejemplo la producción ovina que se encaminaba a un proceso de recuperación, con precios record para la lana, nuevamente se encuentra en peligro.
Las consecuencias de la inactividad que produce este hecho de la naturaleza, repercutirán en forma directa sobre los bolsillos de los asalariados y de sus empleadores. La falta de actividad económica productiva traerá aparejada falta de liquidez para el pago de salarios; y si los trabajadores no consumen, se traba el proceso de servicios y producción en una región que hoy se está preparando para la temporada invernal, que se desarrolla con turismo local y fundamentalmente internacional. Por lo tanto, la asistencia deberá ser lo más variada y diversa posible, ya que son muchas las variables que están en riesgo.
Al respecto, Scalesi expresó que “este fenómeno, ha modificado en forma drástica la vida de los pobladores de las zonas afectadas, redundado en la falta transitoria de agua potable y de luz eléctrica, la imposibilidad de transitar rutas aéreas y terrestres, provocando la suspensión temporaria de las clases, alterando la rutina laboral, la producción, etc. y es por esto que se hace imprescindible una acción conjunta de todos los poderes de la Nación para apoyar con todos los recursos necesarios a la gran cantidad de personas atravesando tan delicado momento.”
21 noviembre 2024
Río Negro