Mónica Castronovo, dueña de una agencia de turismo local, aseguró que este fenómeno (que lleva más de un mes) esta afectando mucho a la actividad. 

“La situación está complicada a nivel nacional e internacional”, señaló Castronovo y explicó que el mayor problema “son los vuelos que necesitamos para armar circuitos al norte argentino, Iguazú, Salta y Mendoza. El norte está limpio, pero Buenos Aires no y los vuelos no salen”.

“Hay días en los que la situación es caótica. El lunes, por ejemplo, no solamente hubo aviones que no salieron, sino que hay vuelos de Europa que no vienen por temor a las cenizas. Porque saben que no llegan a Buenos Aires. Y eso deja pasajeros varados”, explicó.

Dijo que los pasajeros “llegan con paquetes armados y si pierden días se pierde todo” y agregó: “Nosotros no hemos dejado pasajeros varados. Han salido con horas o días de diferencia, pero viajan igual. Muchas veces hemos tenido que cubrir alojamientos y comida de muchos que han tenido problemas”.

Señaló que con las vacaciones de invierno “hay mucha gente dando vuelta en el circuito turístico” y esto hace que “la situación se sufra mucho más”.

“Lo que nos salva es la prensa. El pasajero esta muy bien informado a través de los medios y eso genera que la gente sepa la realidad de la situación. Tienen una paciencia digna de admirarse. Saben que esto no depende ni del operador, ni de la línea aérea”, indicó luego.

Más adelante, Castronovo indicó que la paralización del Tren Patagónico cortó toda conexión con la zona andina y eso también afectó el trabajo diario. “No tenemos conexión más que por micro. Antes la gente se tomaba el tren y llegaba a Bariloche. O al revés, muchos barilochenses o chilenos se tomaban el tren y se bajaban en San Antonio para seguir hacia el sur o venían a Viedma para seguir a Buenos Aires. El Tren Patagónico es una gran vedette y ahora no la tenemos”.

Dijo que en Bariloche “muchos hoteles te dicen ‘no tenemos lugar’, pero realmente es porque están trabajando a la mitad de capacidad. No esta llegando gente, pese a las maravillosas promociones que han lanzado, con descuentos de hasta el 30%. Pero, ¿cuántos se arriesgan a ir si no se puede disfrutar de la belleza de la ciudad, del lago, de la nieve?”.