El 30 de junio, como consecuencia de la emergencia generada por el Cordón Caulle Puyehue, se firmó un convenio que pretendía garantizar las fuentes laborales, resignando incrementos salariales. “Entendíamos que el turismo estudiantil también estaba en riesgo por el temor de los padres y algunos consejos de no viajar a la zona que se difundieron; pero con el transcurrir del tiempo vimos cómo la situación se normalizó para ese sector”, explicó Ovidio Zúñiga, secretario gremial de UTHGRA.

Consecuentemente, comprendió que “no hay pérdida para el sector estudiantil, porque los chicos pagan con un año de anticipación y pueden reprogramar el viaje”. También apuntó que los empresarios “además están siendo acompañados con los planes REPRO”.

Denunció que, de todas formas, “el empresariado del turismo estudiantil generó un exceso de trabajo a sus empleados, porque mantuvo el nivel de años anteriores y no llamó a todos los temporarios”, lo que calificó como una “práctica desleal producto de la voracidad económica”.

El sindicato reclama el aumento del 10 por ciento acordado con anterioridad a la caída de cenizas, y el pase al básico previsto para mayo del 35 por ciento otorgado el año pasado, sumando aproximadamente 700 pesos para cada uno de los 1200 trabajadores. Además, exige que hasta el 30 de noviembre se sostenga en sus puestos al personal temporario.

Zúñiga informó que ya notificaron al Ministerio de Trabajo de la Nación y a la empresarial, y alertó que si no reciben respuestas satisfactorias, el próximo miércoles concurrirán al ingreso de la ciudad “a recomendarle a los colectivos de estudiantes que no ingresen a Bariloche”. (ANB)