Apuran trámites para rescate de restos del barco Duquesa de Goiás en la desembocadura

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Se apunta, en primer lugar, al barco Duquesa de Goiás, nave insignia de la escuadra brasileña que llegó a estas costas en marzo de 1827 y quedó varada sobre el área marítima de ingreso al río Negro.
Se presentó ante la Subsecretaría de Cultura una carpeta con un extenso trabajo del Dr. Daniel Schálvezon y la Dra. Ana Igareta del Centro de Arqueología Urbana, FAFU-UBA y Centro Regional Zona Atlántica de la Universidad Nacional del Comahue (CURZA-UNC), respectivamente, donde se detallan las características, objetivos y alcances de la campaña a realizar, más el listado de profesionales y técnicos que participan del proyecto.
De Rege y Luis ‘Tony’ Brochado también relevaron en General Conesa tiempo atrás el lugar donde se encuentra el vapor Limay, que naufragó en cercanías de la localidad a principios del siglo XX. Este barco, que transportaba mercadería desde Viedma al Valle Medio, se encuentra enterrado en el lecho de un brazo actualmente seco del río Negro. De Rege explicó que el proyecto es su rescate para que quede en General Conesa como testimonio de una parte del patrimonio histórico provincial.
Hay que recordar por iniciativa del legislador –compartida por otros legisladores del circuito- el parlamento declaró, a fines del 2010 de interés social, educativo y cultural el proyecto de intervención arqueológica en el cauce y la desembocadura del río Negro.
De Rege destacó que en términos generales la intención del proyecto es ubicar -con la mayor precisión posible- todos aquellos sitios arqueológicos que pudieran encontrarse entre la boca de entrada del río y la actual ciudad de Viedma, concentrándose la primera etapa de trabajo en los restos ubicados a lo largo de la orilla norte del mencionado curso de agua. Una vez localizados los sitios, se desarrollarán trabajos sistemáticos de recuperación de materiales en aquellos cuyo registro sea considerado a priori como de mayor relevancia arqueológica o más significativa para la historia del lugar. Luego, los materiales y la información contextual obtenida serán analizados y organizados cronológicamente, a fin de asociarlos con eventos históricos precisos, contribuyendo –en la medida de lo posible- al enriquecer el conocimiento general de los mismos. En paralelo, se trabajará en colaboración con las autoridades locales a fin de implementar acciones concretas que favorezcan la preservación a largo plazo de los lugares identificados como de mayor relevancia histórica y arqueológica.
El buzo Luis ‘Tony’ Brochado destacó que en el cauce del río Negro y la zona de la desembocadura de este curso de agua y todo el mar adyacente “hay una riqueza arqueológica muy importante”.
Señaló que el rescate de estos restos “enriquece la información de la historia”. “La historia está escrita por personas que tenían un interés, una mirada particular, de aquellos hechos; la arqueología lo que viene a aportar es otro tipo de verdad”, aseveró.
Sobre el proyecto dijo que “podemos tener la tranquilidad de que estamos haciendo bien las cosas, por el respeto que debemos tener hacia la historia maravillosa de la comarca y, por supuesto, por el respeto a quienes cuidan el patrimonio local”.
Al consultársele si habrá un reservorio importante de elementos arqueológicos subacuáticos, indicó que “sí, acá hay una riqueza arqueológica muy importante”. Indicó no obstante que los elementos pueden confundirse con el terreno y por eso se requiere de un ‘ojo muy avizor’ y el aporte de profesionales en la materia.
Dijo en este sentido que “la adherencia de material calcáreo es muy evidente en la zona; después de más de 150 años esto se solidifica en un compuesto químico que está integrado por la misma fauna del lugar y la descomposición del hierro, entonces se forma una masa muy dura que pareciera ser piedra”.

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