Algunos funcionarios, como las secretarias de Desarrollo Social y Privada, Norma Gómez y Guillermina Alaniz, motorizaron la presentación de las renuncias tras el quinto puesto logrado por el intendente Marcelo Cascón en su intento reeleccionario. Consideraron que correspondía el gesto político y que un gabinete de emergencia sería una señal de austeridad que permitiría una reducción del gasto político. Esta postura es respaldada por el círculo más cercano al jefe comunal.

Sin embargo, no todos recibieron la noticia con agrado. Cascón aún no confirmó quiénes lo acompañarán a partir del viernes, y sus funcionarios aguardan el llamado evitando brindar declaraciones a la prensa, aunque algunos no disimulan su malestar. Muchos no comparten la decisión, ven que el jefe comunal busca responsables del fracaso en las urnas, y estiman que lo más correcto sería terminar la gestión el 10 de diciembre, cerrando los procesos iniciados. También consideran que esta resolución puede entorpecer el traspaso a la próxima gestión y que se trata de una medida simbólica que no genera un ahorro significativo.

Quien no aguardó la confirmación de su despido para manifestar su disconformidad con la medida fue Alicia Vanola, una de las dos figuras del gabinete que provienen del Partido Provincial Rionegrino (junto al secretario de Turismo, Daniel González). “Hice las cosas bien como para que no me tengan que sacar así. Es lamentable y no estoy de acuerdo con un gabinete de emergencia. No se justifica”, definió.

La subsecretaria comprendió que “no se trata de una cuestión económica” y aseguró estar dispuesta a continuar “por la mitad del sueldo si es necesario”. Criticó que otros funcionarios puedan hacerse cargo de las áreas que quedarán vacantes: “Cada área tiene a alguien a cargo por algo. Si van a poner a otro funcionario, no creo que sepa de medio ambiente”, estimó.

Vanola admitió que se negó a poner su alejamiento a consideración de Cascón: “Se me solicitó la renuncia, pero no la presenté porque sería irresponsable”, dijo, y comentó que comunicó su malestar a las autoridades del PPR y al legislador Claudio Lueiro.

Finalmente, afirmó que durante su breve gestión iniciada a principios de este año “hice lo que pude con lo que tuve: nos faltó gente, acompañamiento y hasta cartuchos de tinta en la impresora”. Detalló que actualmente “sólo tengo una técnica en el área, que se va conmigo si nos echan el viernes, y dos inspectores para fiscalizar”. (ANB)