Luego de un detalle pormenorizado de los sectores que lo componen la casona de estilo antiguo, ubicada en 25 de Mayo entre calle Garrone y Avenida San Martín de la ciudad de Viedma, y que es considerada “un hito urbano y un símbolo edilicio”, destaca que la vivienda “no se encuentra adecuada para una familia ordinaria, ya que algunos aspectos organizativos de la misma conforman áreas sobredimensionadas como cocina, garajes y servicios generales, que hablan de un uso extraordinario efectuándose arreglos solamente en el sector de estudio u oficina, dormitorio principal en suite, comedor principal, estar íntimo y comedor diario, relegando a los demás locales a un mantenimiento simple y en lugares escasos y también nulos”.

Además, se observa la falta de equipos de emergencia, como luces, matafuegos y se destaca que el área de los garajes fue utilizada como corral de aves.

Entre otros, se observó inexistencia de tapas de rejillas en algunos sectores, luminarias rotas e iluminación artificial escasa, cielorrasos de la antecocina con necesidades de ser reparados o reciclados, falta de terminaciones en él depósito, baño de servicio sin mantenimiento y deteriorado, entradas de agua directa en pasillos dentro del casco histórico y en la abertura cenital en el estar íntimo, filtraciones en sala de máquinas del sótano y en general solados y revoques, cañerías sin embutir en mampostería, manchas de humedad por filtraciones desde la cubierta y a través de capa aisladora inferior en algunos sectores del edificio.

También se constataron fisuras de paredes en encuentros de mampostería, roturas en mamposterías exteriores en sector servicio y rotura de algunos pisos en varios sectores de la construcción (por ejemplo en el sector cocina) y manchas en solados exteriores.

Además, el inmueble posee deficiencias eléctricas generales y no fue posible evaluar en profundidad tableros secundarios y protecciones correspondientes de disyuntor diferencial, imprescindible para la protección de personas, y la distribución de llaves y tomas.

Consta en el informe que “se pudo apreciar gran cantidad de cables descubiertos y cajas sin protección y se observaron tomacorrientes obsoletos, los cuales no poseen la debida puesta a tierra para la protección de personas y equipos”.

Asimismo, se señala que “existen aberturas en sectores de servicio con problemas en sus sistemas de apertura y cierre en general y herrajes afectados por falta de mantenimiento”.

Del mismo modo se sugirió “la  verificación de toda la instalación de gas (cañerías, artefactos y ventilaciones) por parte de personal capacitado a fin de poder comprobar si se adecua a la normativa establecida y la colocación en el sector cocina de matafuegos reglamentarios”.

Respecto a la pintura, se encuentra deteriorada por falta de mantenimiento en varios sectores interiores y exteriores y se observó importante deterioro de la madera expuesta al exterior, tanto de carpinterías, como de cenefas y cielorrasos en aleros.

En cuanto a la seguridad del edificio, el documento establece que se deberá consultar al organismo correspondiente, quien deberá determinar las condiciones óptimas e indispensables, como también el normal funcionamiento y las condiciones de seguridad en las instalaciones existentes.