Weretilneck destacó que la provincia volverá a tener un plan de salud como el de 1973

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Anunció que habrá un mapa sanitario para saber “qué infraestructura y qué tecnología tiene cada una de las ciudades, pueblos y regiones de la provincia de Río Negro” y en función de eso “planificar la inversión pública”. Ratificó en este marco que “donde esté la actividad privada, el Estado complementa; donde no está la actividad privada, el Estado es todo”.

Anunció que se centralizarán las compras de medicamentos, se crearán nuevamente las Zonas Sanitarias, habrá un carnet de salud con la historia clínica digitalizada de cada rionegrino, los hospitales tendrán tecnología y mejorarán su atención, pero se privilegiará la atención primaria a través de los centros de salud en cada barrio.

Weretilneck anunció que “vamos a tener una compra centralizada de medicamentos, general, para tener mejores precios, para tener mejores contratos, para ser mejores pagadores, para dejar de depender de las medianas droguerías que han hecho fantásticos negocios con el Estado provincial”.

También destacó que habrá un banco de prótesis y el Estado, no el traumatólogo, definirá qué se compra, ya que no se permitirá un producto de Suiza cuando hay de la misma calidad de origen nacional. Pidió en este marco a los jueces que no sean “funcionales a la corporación médica”. Recordó que un sistema sanitario no funciona en base a los recursos de amparo, pero pareciera que “en las distintas circunscripciones hay jueces que hacen más política que nosotros con los fallos judiciales”.

Entre otros anuncios, destacó el cambio que ya se ve en el IPROSS, que está al día con el pago de prestaciones realizadas desde el 10 de diciembre y con los reintegros a los afiliados; y afirmó que “vamos a volver a crear las Zonas Sanitarias” como una manera “de descentralizar y de gestionar la salud pública desde el lugar más cercano a los hospitales y a los lugares donde tenemos que estar”.

También reveló que “vamos por el carnet de salud para todos los rionegrinos porque queremos tener la historia clínica digitalizada”.

Adelantó que en 30 días estará el manual operativo de atención y en 10 días se pondrá en marcha el programa provincial de promoción de la salud, así como se continuará con al inversión del PROZOME ”para integrarlo a los programas provinciales que hay enla Argentina” y así no depender de los grandes laboratorios.

También anunció un programa de oftalmología parala RegiónSur, la creación “de tres unidades de atención rápida en zonas estratégicas” y un hospital interjurisdiccional de alta complejidad enla ZonaAndina.

Weretilneck adelantó que se capacitará al recurso humano hospitalario y aseguró que “vamos a un hospital como quiere la gente”, con buenos profesionales y técnicos, con la tecnología necesaria, y “que la gente no tenga que esperar para ser atendida”.

En este marco dijo que se apuntará a la descentralización de los hospitales, haciendo hincapié en la atención primaria jerarquizada en cada centro de salud “en cada uno de los barrios”. “Tenemos que jerarquizar los centros de salud e incorporar profesionales”, aseveró.

Ratificó el anuncio que los médicos dela RegiónSurcobrarán más y “no vamos a permitir esta mudanza tan fácil de una ciudad a otra”.

Plan de salud

Señaló Weretilneck que “todo lo que es la salud de la provincia tiene una sola institución que la financie que es el Estado”, explicitando que “si nosotros tomamos el presupuesto del Ministerio de Salud, si nosotros tomamos el presupuesto del IPROSS, si le agregamos al PAMI y le sumamos las obras sociales de nuestros sindicatos, que también tienen asistencia federal, estamos en condiciones de decir que prácticamente el 99% del gasto en salud es financiado por recursos del Estado”.

Se preguntó en este marco “¿por qué el Estado no pone las condiciones si es el que pone la plata?”.

Ratificó entonces que el Estado definirá un plan de salud “que toma el concepto del único plan de salud que tuvo en 56 años de vida institucional esta provincia, que fue el plan de salud del año ’73 del gobierno justicialista”.

Mencionó para que para trazar un plan hay que hacer una radiografía de nuestra población, su estructura demográfica, especificando que “7% de nuestros habitantes tiene más de 64 años, 62% de los rionegrinos y las rionegrinas tenemos entre 15 y 64 años de edad y el 31% de los rionegrinos y las rionegrinas tienen menos de 14 años”.

Dijo seguidamente sobre los factores de riesgo existentes, necesarios para planificar las políticas sanitarias, que “Río Negro tiene una tasa de tabaquismo del 36,4%, cuandola Argentinatiene el 33,4%; Río Negro tiene una tasa de colesterol del 26%, cuando la tasa nacional es del 27,9%; una tasa de alcoholismo de 10,3%, cuando la tasa nacional es del 9,7%; un tasa de sobrepeso del 17,3%, cuando la nacional es del 14,6%”, así como “una tasa de sedentarismo del 55%”.

Sobre las causas de muerte hoy en la provincia, informó que “el 24% de los rionegrinos que fallecen son  por enfermedades del sistema circulatorio, es decir, tabaquismo, sedentarismo, colesterol, etc.; el 23% fallecen por neoplastias; el 10% por enfermedades del sistema respiratorio; el 7% por enfermedades del aparato digestivo, y un 9%, una cifra sumamente alta, que tiene que ver con causas externas de mortalidad, fundamentalmente los accidentes de tránsito”.

Mapa sanitario

Anunció en este marco que “vamos a poner en marcha, a pesar de muchas objeciones y críticas que hemos recibido, un mapa sanitario; queremos saber qué infraestructura y qué tecnología tiene cada una de las ciudades, pueblos y regiones de la provincia de Río Negro”, ya que “es imposible planificar la inversión pública, imposible orientar la inversión privada o definir la inversión privada, si no sabemos con qué contamos”.

Explicitó en este sentido que “donde esté la actividad privada, el Estado complementa; donde no está la actividad privada, el Estado es todo; entonces no puede ser que estemos malgastando dinero a veces en infraestructura y tecnología en lugares donde podemos vincularnos con la actividad privada y tengamos zonas desprotegidas, sin ningún tipo de prestación por parte del Estado”.

Expresó Weretilneck que “nuestro desafío es que los dineros públicos formen parte del plan de salud en aquellos lugares donde la infraestructura privada es nula o mínima”.

Anunció también que “vamos a transformar al Consejo Provincial de Salud Pública y al Ministerio en el eje de la política sanitaria, y vamos a convertir al IPROSS, como parte de la política asistencial del Ministerio de Salud”.

Compras centralizadas

También planteó un cambio sustancial en cuanto a la compra de medicamentos, fundamentando que antes se compraban desde el hospital, la sede del Ministerio y el IPROSS, “en los tres casos a distintos proveedores o algunos a los mismos, en algunos casos pagando sobreprecios enormes y en muchos casos con políticas de compras erróneas, es decir, vamos a recuperar para el Consejo Provincial de Salud Pública y vamos a poner al IPROSS como articulador central de toda la política sanitaria provincial”.

Sobre el sistema anterior ejemplificó que los 7 millones de pesos que se remitían a los hospitales mensualmente como fondos permanentes, no se utilizaban para gastos excepcionales como podía pensarse, sino que “con un 32% los directores de los hospitales compran medicamentos, otro 32% compran descartables y 26% compran oxígeno”.

Agregó que “por otro lado el Ministerio compra medicamentos acá en Viedma y por el otro lado el IPROSS paga el 40% de su presupuesto mensual en medicamentos”.

Al criticar este sistema que estuvo vigente, ratificó que a partir de ahora “vamos a tener una compra centralizada de medicamentos, general, para tener mejores precios, para tener mejores contratos, para ser mejores pagadores, para dejar de depender de las medianas droguerías que han hecho fantásticos negocios con el Estado provincial”.

Sobre esta temática, reflexionó además que “una política sanitaria no funciona en base a recursos de amparo, un sistema sanitario funciona con planificación”, criticando que “parecería ser que en las distintas circunscripciones hay jueces que hacen más política que nosotros con los fallos judiciales”. Dijo que en muchos casos “nos llueven recursos de amparo en actitudes justicieras, demagógicas, que no tienen ningún sustento”.

Instó a los jueces en este marco a “entender cuál es la política sanitaria provincial”.

En esto de las compras del Estado vinculadas a salud, se refirió además a las prótesis, señalando que “es un flujo de dinero importante, fundamentalmente las prótesis de traumatología”, denunciando que “el retorno para muchos de los médicos traumatólogos por las prótesis es entre 6 mil o 7 mil pesos cada uno, que la pagamos todos nosotros”.

Anunció que el Ministerio “va a tener un banco de prótesis” y “no va a permitir más que el médico traumatólogo ponga las condiciones de la prótesis que hay que poner”.

Volvió a pedir a los jueces “que no hagan caso cuando quieren traer una prótesis de Suiza, porque las prótesis que hay en Argentina o Latinoamérica son tan valiosas en calidad como las que hay en Suiza; lo que no queremos es que los jueces sean funcionales a la corporación médica”.

IPROSS

Al referirse específicamente al IPROSS, señaló que “todos saben cómo ha fallado” y recién ahora “por primera vez, no sé en cuántos años, no quiero ser injusto, pero debe ser por lo menos en quince o veinte años, el Instituto pagó dentro de los plazos establecidos en sus contratos las prestaciones con todos sus prestadores”.

Agregó que “en el mes de enero y los quince días de febrero pagamos el 99% de los contratos que el IPROSS tiene con los prestadores sanatoriales, médicos bioquímicos, odontólogos y todo prestador que tengamos”.

Informó que “18.502.000 pesos pagamos desde el mes de enero y febrero y estamos hoy al día en las prestaciones por primera vez en muchísimos años de la obra social”.

Destacó además que a “11.530 empleados públicos le devolvimos del 10 de diciembre a hoy la plata que habían puesto en carácter de reintegro; 4.410.000 pesos se devolvieron y estamos al día con los trabajadores públicos por los reintegros cuando antes tenían hasta 6 ó 7 meses de demora”.

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