Declaración de Educación ante un nuevo aniversario de la muerte de Fuentealba

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El documento señala:

El 4 de abril se cumple un año más del fusilamiento público del maestro de la Provincia de Neuquén, Carlos Fuentealba. Era un obrero que estudió para ser profesor de química, tenía 42 años, 2 hijas, y delegado gremial del secundario del barrio Cuenca XV. Se había comprometido con la vida de sus estudiantes y, sabemos, era un buen compañero y padre.

En la protesta, recibió una granada, no un tiro, ni una bala perdida, sino una granada enorme, bestial en su cabeza lúcida.

Habrá quizá quiénes se pregunten por qué un maestro salió a cortar una ruta pudiendo quedarse en su casa o en la escuela enseñando; por qué salió a armar una forma colectiva de lucha si hubiera podido quedarse con sus hijas mientras salían otros compañeros.

Hay personas que se ponen primeras para defender los derechos de todos. Carlos Fuentealba, como muchos otros maestros y trabajadores, hacía eso: se ponía primero para pelear cuando lo convocaba la injusticia.

Son 5 años sin Justicia completa, sin que se hayan investigado las responsabilidades políticas de este crimen. La Causa Fuentealba II, donde se deben determinar precisamente estas responsabilidades, después de todos estos años de marchas y contramarchas, aún sigue en sus instancias iniciales.

Porque estamos convencidos de que no hay futuro que pueda proyectarse si no se reparan con justicia las heridas del pasado. Nadie nos devuelve la vida del compañero ni puede curar la pena inmensa de su muerte.

Pero en cada uno de nosotros, en cada día de la escuela, en el aula donde la cultura vibra, tenemos la oportunidad de hacerlo volver. Enseñando y aprendiendo, cuestionando lo injusto, ayudándonos cada día en las tareas de la escuela, siendo mejores compañeros y mejores maestros, peleando por los derechos de todos, hacemos que vuelva Carlos Fuentealba, el maestro que se puso primero en la fila para dar un enorme ejemplo de solidaridad y conciencia.

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