Despidos en el gasoducto: El miércoles habrá una audiencia de conciliación

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La obra fue licitada por la municipalidad de Viedma hace tiempo. Debía comenzar a mediados del año 2011, pero por cuestiones comerciales la empresa se decidió su inicio en noviembre.

Desde entonces, los problemas no han cesado. “En Viedma fueron despedidos 18 trabajadores y anteriormente, entre noviembre y enero, otros 13 obreros de General Conesa”, denunció Cancino en diálogo con La Palabra.

“Las cosas están todas mal”, dijo el dirigente gremial, quien confirmó que el miércoles se realizará la audiencia de conciliación en la que se buscará destrabar el conflicto.

Cancino aseguró que “todo esto empezó ante una irresponsabilidad de la empresa, que largó cheques sin fondos en el pago a los compañeros”, aunque también se detectaron otras irregularidades: “No había un comedor, los muchachos comían bajo una media sombra a la intemperie, y tampoco les dan los elementos mínimos de seguridad como calzado y vestimenta”.

“Estos tipos tienen la idea de dejar mal a los trabajadores. Tratan a los trabajadores como ladrones y patoteros. Estamos dispuestos a dialogar, pero esta gente no se hace cargo de nada”, dijo Cancino, visiblemente molesto por la situación.

Aseguró que en este marco “el responsable solidario de esta situación es el Municipio de Viedma que programó y planificó esta obra tan importante” y aseguró que “si la empresa se va y no quiere terminar la obra que lo haga, seguirá con las tareas la que quedó segunda en la licitación”.

Dijo además que la obra está retrasada “por estos problemas de ellos, y ahora piensan que despidiendo trabajadores van a tapar sus errores”.

El apoyo de Berardi

En tanto, el legislador radical Darío Berardi salió públicamente a respaldar a los trabajadores despedidos. Dijo que con la obra del gasoducto "familias viedmenses se ilusionaron con el bienestar que representa la seguridad laboral" pero "hoy ven tambalear esa tranquilidad al constatarse la decisión de la empresa VERTUA de despedir 18 trabajadores de Viedma".

"En un escenario en el que los comerciantes viedmenses acusan una merma de hasta un 50% de su actividad, en el que una ley de transparencia juega con la tranquilidad de los empleados públicos, con precios que suben y con inversiones que se demoran, solo cabe esperar que prime la racionalidad para que ni un solo trabajador viedmense pierda la posibilidad de llegar con un salario a fin de mes para alimentar a sus hijos", dijo Berardi.

Señaló que "es imprescindible ser prudentes, es recomendable estar atentos, el viento de cola dejó de soplar y debemos responder por la tranquilidad social preservando todos y cada uno de los puestos de cada trabajador del Valle Inferior".

Finalmente hizo un llamado a la reflexión a las partes actuantes y advirtió: "Confiamos plenamente en que este conflicto estará resuelto pensando en la necesaria paz social".

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