12 abril 2012 Río Negro Comentar

El convenio, destinado al aprovechamiento del potencial académico, científico y tecnológico que posee esa casa de estudios y la Escuela de Cadetes de Río Negro, fue suscripto por el ministro de Gobierno, Hugo Lastra, y el rector de la UNRN, Juan Carlos Del Bello.
El acto contó con la presencia además de vicerrector de la casa de estudios, Anselmo Torres; el jefe de Policía de Río Negro, Octavio Uribe; la procuradora general de la Provincia, Liliana Piccinini; el ministro de Producción, Juan Manuel Pichetto; el presidente del Bloque de Legisladores del FpV, Pedro Pesatti; y de la UCR Concertación, Bautista Mendioroz.
También estuvieron presentes las legisladoras Irma Banega y Ana Piccinini; así como el juez de Cámara, Jorge Bustamante; el secretario de Gobierno, Gastón Coumeig; el subjefe de Policía, Roberto Stupniki, e integrantes de la Escuela de Cadetes de la Policía de Río Negro.
En la oportunidad, el gobernador Alberto Weretilneck, remarcó que “vivimos hoy un hecho histórico como es la puesta en marcha de esta cooperación de trabajo entre el Estado Provincial a través de su Policía, con la Universidad Nacional de Río Negro”.
“Estamos comenzando a diseñar la historia de la Policía de Río Negro del año 2012 en adelante, con un profundo proceso de transformación que necesitará de la mayor creatividad posible de las autoridades de la Fuerza para alcanzar el objetivo. Nuestra Policía está dentro de las normativas vigentes, es respetuosa de los Derechos Humanos, de las decisiones de funcionarios y magistrados judiciales, y en este marco nos debemos desenvolver”, subrayó.
“El hecho que nuestros oficiales de Policía sean egresados de la Universidad, y que sea este convenio una de las primeras experiencias en la materia en el país, es un orgullo inmenso para todos nosotros”, remarcó.
Añadió en tal sentido que “este acuerdo no solamente tiene importancia hacia el futuro, sino también hacia el pasado, porque representa una manera de ir olvidando los tiempos en los que parecía que los uniformados eran enemigos de los estudiantes, o que las casas de estudio eran un lugar al que no podía entrar alguien que tuviera uniforme”.
“Este es el cambio en los paradigmas no solamente en la sociedad argentina, sino también en la formación de los distintos organismos y agentes del Estado”, sostuvo el mandatario rionegrino.
En lo que hace a la problemática del delito, Weretilneck explicó que “en Argentina es relativamente nueva como para tener hoy conclusiones sumamente excluyentes respecto de cuál sería un verdadero programa de seguridad democrática”. Citó las normativas como la Ley de Seguridad Interior y de Seguridad Democrática, “que marca claramente cual es el rol del Estado Nacional y Provincial y las distintas instituciones en la prevención del delito y mantenimiento de la seguridad ciudadana”,
“Esta ley dio por tierra con todo lo que quedó del aparato represivo judicial, policial y militar de la Dictadura, tuvo importantes avances hacia lo que fue el marco jurídico, que pusieron a Argentina dentro de los países de Latinoamérica con mayor protección de los derechos de los habitantes”, indicó.
Sostuvo que “esto llevó a que el propio Estado tenga que adaptar su funcionamiento a los nuevos marcos jurídicos nacionales. Dentro de esto, las policías todavía tienen mucho de la impronta de lo que fue el sistema policial de la época de los ‘70”.
En tal sentido, el Gobernador rionegrino remarcó que “esta realidad es la que estamos poniendo en discusión. Mal podemos pretender tener una Policía adaptada a la nueva realidad rionegrina, entender el delito como una consecuencia social, o entender cuál es el rol de la prevención policial si no tenemos una nueva camada de oficiales formados desde la concepción de lo que es la seguridad democrática en la Argentina de hoy”.
Remarcó Weretilneck que “el cambio debe producirse desde el cambio en el intelecto de quienes conducen y toman las decisiones en la Fuerza. Estamos empezando una transición de un sistema policial a otro, lo que no significa en absoluto que la actual Policía no sirva o que este Gobierno no valore y rescate el accionar de nuestros policías todos los días, sino que significa que todos tenemos que asumir, desde adentro de la Fuerza y desde la conducción del Estado, que se debe cortar con la lógica de seguir haciendo las mismas cosas que durante todos estos años”.
“La sociedad cambió, y por ello también tiene que cambiar la formación de los distintos organismos y agentes del Estado. No podemos preparar la Policía de Río Negro para el desafío de la sociedad que viene, si no ponemos en discusión y en análisis, la situación y formación de los actuales y futuros oficiales”, indicó.
Sostuvo además que “se debe entender que el problema del delito es eminentemente social, y que las causas son sociales. Si queremos resolver el tema del delito hay que buscar las causales. La responsabilidad de la prevención del delito es del Estado en general y de cada uno que fija las políticas públicas”.
“Tenemos que generar una mayor vinculación de la Policía con los demás organismos del Estado para atacar la problemática y los orígenes del delito. La Policía es un instrumento más en la lucha contra el delito, pero también hay muchos más responsables en esta tarea”, remarcó el Gobernador.
“A esto se suman las profundas reformas judiciales que vamos a encarar en la Provincia de Río Negro, con la modificación del Código Procesal Penal y la puesta en discusión de todas aquellas herramientas legales a aplicar en la lucha contra el delito”, añadió.

Palabras del Rector de la UNRN

Por su parte, Juan Carlos Del Bello destacó el acuerdo como “un hito a nivel país” y afirmó que la preocupación de la Universidad por el tema de la seguridad ciudadana viene desde la propia creación de la casa de altos estudios.
Señaló que el tema de la seguridad “es muy significativo y debe tratarse en forma seria y rigurosa, no con grandes estridencias ni posiciones mediáticas, sino con el trabajo cotidiano tanto desde el Estado y desde la Universidad”.
Recordó además que fue el propio Gobernador Weretilneck “quién planteó el desafío de introducir la formación universitaria en la formación de los oficiales de la Policía” y que esta “debía reconocer determinados saberes propios de las fuerzas como así otros del campo de la universidad pública”.