Allí estuvieron los radicales Jesús Zuain y Ricardo Calvo, ceremonia en la que quedó habilitado el cruce subterráneo al barrio Maldonado.
Pichetto no sólo se ocupó de que fueran invitados los ex mandatarios que no pertenecen al Frente para la Victoria, sino formuló elogiosos conceptos para con ellos cuando hizo uso de la palabra.
Ponderó el énfasis de sus gestiones como así también las del actual intendente Daniel Belloso y aseguró que ellos pusieron su empeño y dedicación para que la obra se pueda concretar.
En estos tiempos, donde las rivalidades políticas suelen sobrepasar los límites de una mera confrontación ideológica y se transforman en acusaciones, donde abundan palabras con altos valores de agresión y demás, el gesto de Pichetto invita a creer en que ésta democracia crece y se consolida en las sólidas bases de un sano disenso constructivo.
Sin embargo, esta actitud del líder peronista no es aislada. Hace poco tiempo se sinceró y admitió que cometió un error al no emitir un mensaje tranquilizador hacia la ciudadanía de Viedma.
Pero más allá de acciones puntuales, se advierte que el senador es uno de los pocos exponentes del Frente para la Victoria que pregona un mensaje conciliador, no sólo para los integrantes de la fuerza que gobierna, sino también con los restantes actores políticos de la provincia.
Invitar a un par de ex funcionarios radicales a una ceremonia no lo deshonra, al contrario, quizás lo haga más digno.
Sin dudas se trata de un mensaje para todos, principalmente para aquellos funcionarios y simpatizantes del PJ que aún continúan tomando medidas y accionando con ‘sed de venganza’.
FUENTE: 7enpunto