Justamente, si hay algo que no necesita la sociedad de San Carlos de Bariloche es alguien que divida a nuestra comunidad, sino todo lo contrario, alguien que sea lo suficientemente inteligente como para unir a los distintos sectores de la sociedad para encontrar el camino que la lleve a salir de su actual situación.
Cuando fue necesario, fui muy crítico de la gestión anterior a cargo de nuestro Partido, pero si hay algo que no puede achacársele a los gobiernos radicales es la intolerancia como la que está mostrando Goye en estos pocos días que lleva en el Municipio.
Podrá negarlo hasta el cansancio, podrá atribuirle a otros sectores la 'brillante idea' de generar una contramarcha al reclamo de los estudiantes, pero no caben dudas que esto fue una muestra más del grado de improvisación, inoperancia y hasta de impunidad con la que se maneja el Intendente.
Esos atributos fueron los que seguramente lo llevaron a, como una de las primeras medidas de Gobierno, abrir la Casa de Bariloche en Buenos Aires para que sea manejada por su hija con un alto cargo de funcionaria; o bien a aumentar exponencialmente su planta de funcionarios aún cuando paralelamente estaba echando empleados porque aseguraba que el Municipio estaba quebrado.
Impunidad es la que muestra a la hora de buscar burdas justificaciones para la utilización de viáticos del Municipio -que pagan todos los contribuyentes- para participar de un acto partidario del PJ en Viedma, al cual también concurrió con gastos pagos su secretario privado. “Errores en la resolución”, fue el argumento, nada más.
Ese mismo descaro es con el cual ahora apoya el uso de la minería a cielo abierto, cuando se había comprometido públicamente ante la sociedad a luchar contra la explotación del oro y plata con contaminantes. Me pregunto cómo se sentirán quienes le creyeron en su momento...
Pero hay otra cuestión casi diaria que no es menos grave, que es la intolerancia con la que se maneja el Municipio. Primero, no duda en ocultar toda la información oficial, que debería ser pública para que cualquier vecino pueda saber lo que pasa en el Municipio, sino que además prohíbe a sus funcionarios hablar con la prensa sin su autorización, pero también va mucho más allá: pretende intervenir las Juntas Vecinales por diferencias políticas, en una medida antidemocrática si las hay. Pero sin dudas, es de una gravedad extrema que ahora se pretenda enfrentar a los estudiantes ante el justo reclamo por el boleto estudiantil.
Me pregunto hasta cuándo la sociedad de San Carlos de Bariloche deberá seguir aguantando la improvisación de su Intendente. La gente le entregó un voto de confianza, pero no el poder absoluto. El día que lo entienda, tal vez se comience a transitar por la buena senda.

Aníbal F. Hernández
DNI. 18762738