En el día del periodista, avanza la expropiación de la casa natal de Rodolfo Walsh

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Una vez expropiado el inmueble, ubicado en la localidad de Lamarque, dentro de la llamada estancia “El Curundú”, actualmente propiedad de la multinacional belga Univeg-Expofrut, será destinado al emplazamiento de un espacio para la memoria y valoración de la figura del escritor.

La iniciativa recibió el apoyo de numerosas organizaciones nacionales e internacionales vinculadas a la defensa de los derechos humanos, entre ellas; los organizadores y participes del Primer curso internacional para la promoción de los Derechos Humanos realizado en Buenos Aires los días 23 y 30 de marzo pasados.

La necesidad de homenajear los logros del rionegrino Walsh no remite sólo a sus logros intelectuales y a la trascendencia nacional e internacional de sus obras, sino a su rol como luchador y militante por la verdad y la justicia. En el que quizá sea uno de sus textos de compromiso militante más trascendente, la “Carta Abierta a la Junta Militar”, escrita con motivo del primer aniversario del golpe de marzo de 1976 y uno de los principales documentos que atestiguan las razones económicas y los resultados iniciales de la última dictadura cívico-militar. Walsh sintetizó en una frase su visión del periodismo: decía escribir “sin esperanza de ser escuchado (por quienes serían sus asesinos), con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles”.

Así lo había hecho cuando escribió “Operación Masacre”, obra publicada en 1957 que narra los ominosos asesinatos de militantes peronistas en los basurales de José León Suárez, ocurridos en 1956 bajo la autodenominada “Revolución Libertadora”, o en “¿Quién Mató a Rosendo?”, publicado en 1969 y en el que cuenta los asesinatos de 1966 del dirigente metalúrgico Rosendo García, junto a otros dos militantes de la resistencia peronista cuando faltaba poco para el golpe de Juan Carlos Onganía.

Entre su obra literaria se destacan, entre otras, “Diez cuentos policiales” (1953), “Variaciones en Rojo” (1953), “Los oficios terrestres” (1965), “Un kilo de oro” (1967) y “Un oscuro día de justicia” (1973).

Walsh encabezaba los cables de ANCLA (Agencia de Noticias Clandestina) con la frase  “millones quieren ser informados y el terror se basa en la incomunicación”, máxima que también fue su legado.

La expropiación de su casa natal aportará tanto a la preservación del patrimonio histórico provincial como a la revalorización del periodista y militante rionegrino que enfrentó el intento de las últimas dictaduras de ocultar sus abusos. Una lucha de quien se impuso a través de la palabra y la literatura a las aberraciones cometidas durante esos trágicos años. El recuerdo y la memoria activa son la mejor manera de levantar las banderas de un luchador caído en defensa de los Derechos Humanos.

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