Al atardecer del domingo, todas las viviendas construidas ya tenían una familia ocupante en la puerta. Pero la decisión, que había sido votada en la asamblea del sábado a la tarde, era permanecer en el exterior y no ingresar a las casas.
“Hasta las cuatro de la tarde, quedaban algunas viviendas sin que nadie se acercara, pero después ingresó más gente y ahora cada una tiene una familia que ocupa, por ahora sin ingresar” sostuvo uno de los ocupantes a Roca Digital.
Pero se dejó entrever que si algunos iniciaban la ocupación concreta, es decir ingresando a las casas e instalándose allí para vivir, otros podrían adoptar la misma decisión.
Desde la asamblea de perjudicados del plan 167 Viviendas House Vial-Viales se informó que “una conducta diferente a la consensuada por la mayoría no responde a la decisión de la Asamblea y conforma un acto particular del que la Asamblea no se hace responsable, ni apoya ni convalida ni consiente”.

Informaron mediante un comunicado que la aclaración se realizaba “habiendo observado que aproximadamente doce familias han tomado posesión de algunas viviendas e instalado su mobiliario y pertenencias en ellas, sin el aval de los demás manifestantes que se encuentran en el predio y obedecen a las decisiones tomadas democráticamente en la Asamblea”.
En medio de esta situación y tras la ocupación de los terrenos en la madrugada del domingo, se aguardaba a que desde algún organismo del gobierno provincial se tomara intervención en el conflicto. Hasta anoche nada se había conocido en torno a este aspecto.
El último contacto de los perjudicados, o un grupo de ellos, con un funcionario fue el viernes, en el Concejo Deliberante, donde se reunieron con el titular del IPPV, Luis Bardeggia. Allí les informó sobre la novedad de que se iban a construir las 80 viviendas restantes del plan original. Pero ese anuncio no provocó satisfacción en los perjudicatarios, que por el contrario redoblaron el pedido para que desde el organismo se diseñe una solución global para los cerca de 700 perjudicados.
Por lo pronto, el plan de las casas ya construidas permanecía ocupado en su totalidad. Afuera, una discreta presencia policial, familiares que ingresaban trayendo ropa de abrigo y otros elementos para pasar la fría noche. Todo a la espera de novedades, y con familias decididas a quedarse pase lo que pase.

FUENTE: Roca Digital