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El paro de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) generó que un centenar de personas vieran demorados sus viajes.
Los boleteros –sin merecerlo- fueron quienes recibieron las quejas y críticas de los primeros pasajeros que llegaban a la terminal con su ticket, pero no podían abordar los micros.
La solución inmediata fue reemplazar los boletos ya vendidos por otros ‘abiertos’ para ser usados en cualquier momento. Muchos se fueron conformes con esta medida, pero otros no tanto.
“No esperábamos esto. Hoy nos levantamos, vimos este problema en televisión y llamamos para ver que pasaba”, dijo uno de los pasajeros damnificados que debía viajar a Las Grutas.
“Se puede protestar. Pero creo que hay que buscar la forma”, agregó el hombre, ya resignado.
Afortunadamente, Viedma estuvo lejos de las brutales medidas tomadas en otras terminales, como el caso de Retiro (en la Capital Federal) donde se apagó la calefacción del lugar e incluso se triplicaron los precios de la confitería.
21 noviembre 2024
Gremiales