De la Mesa, creada para buscar una solución al reclamo de los empleados tras el polémico aumento salarial de los concejales, participaron referentes del Poder Ejecutivo y de los gremios SOYEM y UPCN.

La postura sindical fue concreta: los trabajadores necesitan una recomposición salarial urgente. Y para esto se plantearon dos opciones. La primera es igualar el básico del empleado que menos cobra con el mínimo, vital y móvil (establecido en 2.300 pesos) y la segunda es aplicar un aumento del 65%, similar al que se otorgaron los concejales.

El Municipio respondió que van a evaluar estas dos alternativas y se presentará una respuesta en la reunión prevista para el jueves a las 18.30.

“Nos dio la sensación que en principio estarían intentando allanar el camino para lograr una respuesta”, dijo Jorge Zapata, delegado de UPCN.

El dirigente gremial reconoció que ambas alternativas “significan una erogación muy importante de dinero, pero no planteamos que se pague en una sola cuota”.

“Planteamos esta pauta. Después se trabajará en forma conjunta para lograr lo que marca el Estatuto. Lo importante es que se reconozca el reclamo de los trabajadores”, dijo Zapata.

Aseguró que “estamos convencidos, y los funcionarios lo saben, que el salario actual del trabajador municipal es muy bajo”.

Además, Zapata reconoció que ambas partes mantienen sus diferencias conceptuales en cuanto a la aplicación del mínimo, vital y móvil. Mientras los gremios señalan la suma debe aplicarse al básico (dando cumplimiento al Estatuto municipal) desde el Ejecutivo insisten con que su aplicación debe darse con el salario de bolsillo.

También los gremios reclamaron en la Mesa el cumplimiento del acta firmada a principios de año en cuanto a la recategorización de los contratados. “Planteamos que cumplan con el acuerdo y dijeron que se iba a cumplir mientras estemos en paz y negociación; pero de igual forma están obligados a cumplirlo”, aseguró Zapata.