No negó el ex intendente de Campo Grande que es un momento de distanciamiento importante en cuanto a la manera de ver la política.
Recordó que el Justicialismo emitió un documento, hace aproximadamente 40 días, con diferentes opiniones sobre las medidas de gobierno y aspectos a corregir. “Esos argumentos no fueron escuchados”, sentenció Rivero.
Otro punto de conflicto son las próximas elecciones en la CGT rionegrina. En ese sentido dijo que si el gobernador hubiera dado a conocer públicamente su respaldo a Rubén López hace cuatro o cinco días (y no recién ayer, lo que permitió un sinnúmero de especulaciones) “se hubieran calmado las aguas”. “Parece que (a Weretilneck) le gusta estirar el tiempo y eso provoca voces en el peronismo”, precisó.
Fue tajante al expresar que “no vamos a permitir que el PJ no sea escuchado” e inmediatamente puso como ejemplo la implementación de medidas erróneas, como una excesiva ayuda a productores frutícolas. Al respecto sostuvo que la situación económica de la provincia no cambió de un día para otro. Es irresponsable regalar plata y pedir luego fondos a Nación para pagar sueldos”.
Sobre supuestos contactos entre el gobernador y dirigentes del radicalismo provincial, Rivero manifestó que “Weretilneck habla con otros sectores porque creerá lo que le dicen ellos”.
Más adelante aseguró que la realidad es muy dura y que la presienta de la Nación “sabe lo que pasa en Río Negro y esa postura se conocerá en las próximas horas mediante alguna declaración, quizás, de un ministro”.
“Hago fuerzas para que no haya una elección anticipada, pero no nos sentimos parte del gobierno. La gente no votó a Alberto Weretilneck para gobernador. No le pedimos que nos consulte diariamente todos los temas, pero sí en cuestiones importantes como el aumento salarial para los empleados. Pichetto está muy desilusionado con el gobernador”.
27 diciembre 2024
Río Negro