Los ejemplares llegaron la semana pasada a Sierra Pailemán, y se encuentran en la base de campo a fin de ir adaptándose para su liberación el próximo 2 de noviembre a las 12, luego de las tradicionales ceremonias ancestrales de pueblos originarios.

Federico Hollmann, a cargo del área de Fauna del Ministerio de Producción, explicó que “para esta adaptación se trajo además una pareja de cóndores adultos, que no pueden ser liberados por imposibilidad de vuelo, pero que servirán de anclaje en el lugar”.

Cabe destacar que a mediados del siglo XIX, naturalistas como Charles Darwin, Enrique Hudson y Perito Moreno, avistaban cóndores en la costa Atlántica Patagónica, incluso tan al norte como la desembocadura del Río Negro. Esta imagen, que supo cautivar a los antiguos naturalistas, se había perdido con la extinción local de la especie durante más de 100 años.

Sin embargo, a partir de diciembre de 2003, gracias a un esfuerzo internacional de conservación denominado “El Retorno del Cóndor al Mar”, fue posible reintroducir la especie en su antigua área de distribución.

Desde entonces 33 ejemplares han sido liberados, y gracias a intensos trabajos de campo y sofisticados sistemas de seguimiento satelital, se sabe que están ganando día a día mayor experiencia de vuelo, llegando a recorrer distancias mayores a 600 kilómetros desde su lugar de suelta, evidenciando con sus vuelos los lugares clave para la conservación de estas fabulosas aves.

Los cóndores que serán soltados son: Suyuariq (Esperanza del tiempo venidero), macho juvenil, que nació por incubación artificial en el ZOO de Buenos Aires; Quimey (Hermosa), hembra juvenil, que fue incubada y criada por sus padres en cautiverio en la Reserva Natural Quebrada Los Cóndores, de Sierra Los Quinteros, La Rioja; Eluney Wenu (Regalo del cielo) que provine de acciones de rescate en la Provincia de San Luis; y Purace (Apu sagrado de Colombia), que proviene de acciones de rescate en la provincia de Río Negro.