La declaración continúa diciendo:
“Me hubiera gustado entablar un debate serio y de cara a la sociedad. En cambio solo recibí como respuesta la diatriba y el apelativo descalificador. Estaba esperando una refutación seria, algo para disentir, algo para corregir, algo para mejorar. Critica constructiva al fin.
Hay interrogantes que nos debemos hacer aquellos que tenemos responsabilidades públicas. Estas preguntas cuyas respuestas estarán sin duda dirigidas a mejorar, a clarificar intenciones políticas, para asentar las bases definitivas de un proyecto político de gobierno que requiere, por las circunstancias sufridas, un indispensable y profundo debate.
1. ¿Existe en la sociedad rionegrina algún sector que manifieste acuerdo con los MEGA sueldos?
2. ¿No vinimos a cambiar, a mejorar, a transparentar? ¿Qué importa lo que hicieron o como lo hicieron los radicales?
3. ¿Esta siendo el peronismo rionegrino el nexo entre el Gobierno y la sociedad? ¿Esta el Partido Justicialista debatiendo las grandes líneas y los proyectos fundamentales que necesita la provincia o solo es un actor político relegado a ser un apéndice del poder?
4. ¿Constituye acaso un error requerir el definitivo alejamiento de los que formaron parte y fueron los responsables de los sucesivos desgobiernos que sufrimos los rionegrinos?
5. ¿Transparentar acuerdos cupulares extrapartidarios no forma parte de las obligaciones compartidas entre las fuerzas que componen el Frente para la Victoria?
6. ¿No somos acaso parte del gobierno nacional cuyas políticas debemos sostener cumpliendo con las exigencias económicas que hoy nos obliga la situación fiscal de la provincia?
La sociedad nos mira, está exigiendo a los dirigentes sabiduría, coherencia, austeridad y eficiencia en la administración de la cosa pública”.