En un documento dado a conocer poco antes de la medianoche, el funcionario expresa textualmente:

Las características de la convocatoria, sin un orden del día, sin lugar preestablecido, donde no solo se invitó a los consejeros, sino que será abierta a la participación de otros dirigentes y militantes, se asemeja más a un acto que a una sesión orgánica del Cuerpo Ejecutivo Partidario y no garantiza las condiciones adecuadas para una discusión sana y proactiva.

Como funcionario en cumplimiento de un rol institucionalmente relevante y como compañero profundamente peronista, entiendo que la crítica debe ser siempre admitida, como posibilidad de disenso y oportunidad de superación de esos errores. Pero es precisamente la mayor responsabilidad que lleva ínsita ese doble carácter, la que me lleva a disentir con la convocatoria a dicha reunión, no para considerar que mi actuar deba quedar exento de cuestionamiento alguno, sino para privilegiar una gestión prudente, madura y reflexiva, aquella que la sociedad espera de quienes tienen el deber de conducir los destinos de la provincia.

La decisión política de no concurrir no es análoga a cuestionamientos hacia la presidencia partidaria de mi compañero y amigo Miguel Pichetto, ya que valoro su trayectoria y su capacidad de dirigente destacado en las filas del justicialismo nacional y provincial.

Mis diferencias con el Compañero Pichetto en esta oportunidad son de forma. No puedo aceptar cuestionamientos inorgánicos y portadores de agresividad lesiva al gobierno que juntos supimos conseguir luego de 28 años de espera, lucha y trabajo y en el que, bueno es recordar, mas del 90% (noventa por ciento) de sus funcionarios son compañeros y afiliados. Un gobierno ordenado en sus cuentas públicas, riguroso con el manejo presupuestario y alineado con el modelo nacional que encabeza nuestra Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner.

Debemos atemperar los ánimos, respetar los ámbitos orgánicos y partidarios y del Frente Para la Victoria, que nos permitan superar las diferencias, en un marco de respeto mutuo y diálogo franco, apelando a la máxima peronista de “colocar los intereses generales y públicos por encima de los personales”.

Estoy convencido que mi conducta política partidaria  es la correcta, dado que actúo sin violar la carta orgánica partidaria, ni la plataforma electoral votada por los rionegrinos en 2011, ni tampoco la doctrina justicialista y sus veinte verdades que caracterizan a nuestro movimiento.

En toda mi vida política siempre he actuado orgánicamente, respetando las decisiones mayoritarias y de los máximos ámbitos de conducción partidaria, en honor a esa militancia no avalaré una reunión que pueda ir en sentido contrario a los intereses de nuestro gobierno.

Exorto a los compañeros a encauzar la discusión y las diferencias sectoriales en el marco de un debate orgánico y racional, consecuente con todos los sectores, sin retaceos ni ocultamientos, pero alejado de intereses personales o mezquinos que terminen vulnerando la unidad partidaria, la gobernabilidad y la fortaleza del Frente gobernante.

Hugo Lastra

7.579.521