Si prospera el proyecto de ley, la licencia por paternidad será de hasta 30 días corridos, contados a partir del día del nacimiento del niño o niña.

Actualmente, está vigente en la provincia de Río Negro la Ley Nº 4542, que establece el régimen de licencia por maternidad y adopción obligatorio, unificado y remunerado para todos los agentes públicos que se desempeñen en el ámbito del sector público provincial, otorgando a la mujer una licencia de 180 días corridos.

No obstante, Uría observó que “la innovación legislativa nada previó respecto de la situación paterna, cuya licencia por igual concepto ha quedado notablemente relegado respecto del avance previsto en la citada legislación”.

La legisladora destacó que “como en aquella oportunidad, hoy se coincide en esta iniciativa con el fin último: el resguardo de la salud psicofísica de todos los niños por igual y el fortalecimiento de los vínculos familiares, entendiendo a la familia como la base del Estado moderno”.

Uría resaltó la importancia del vínculo temprano para la constitución psíquica, afectiva, emocional de a persona y, consiguientemente, repercute en el desarrollo de toda su vida.

“En esta etapa se producen los primeros ensayo de comunicación del bebe. Es en este período cuando se asumen y definen los roles parentales, esto es la calidad de padre y madre, y la nueva posición que cada unos ocupa desde el nacimiento del hijo.

Agregó: “La tarea del hombre en esta etapa no es menor. Si bien debido al intenso contacto existente entre madre e hijo y al fuerte lazo que los une puede sentirse desplazado, el hombre cumple una función primordial al proveerles apoyo, sostén y contención, factores indispensables para el desenvolvimiento de una relación armoniosa, sana y saludable entre la madre y el hijo, y entre aquella y el hombre.

Uría también explicó que se considera fundamental la participación del padre en los primeros días de vida del recién nacido, estimulando la autoestima del niño y apoyando a la madre en el período del posparto, no solo desde el punto de vista afecto psicológico, sino también en todo lo que se refiere a los quehaceres domésticos que en cada hogar se deben realizar y que, en el caso particular de los nacimientos, hay que atender a la demandante exigencia del recién nacido.