5 diciembre 2012 Río Negro Comentar

         El profesional ratificó que la decisión política es la base para que se puedan producir verdaderamente cambios en una política pública, ya que “eso instala el marco dentro del cual todos los sistemas que operan directamente con la gente, los sistemas educativos, sociales, de salud y derechos humanos, pueden desarrollarse”.
         “Si no está ese marco y no es congruente con lo que se hace de los niveles de organización de las instituciones al nivel de trabajo individual o familiar, no es posible mantener una unidad de organización y de concepto”, aseveró.
         En el marco de una entrevista al término de la capacitación, reivindicó la política sanitaria del primer y segundo gobierno peronista, la etapa del doctor Ramón Carrillo, porque “en ese momento estábamos ubicados en los mejores lugares del mundo en los resultados que nosotros” y “esa historia fue coartada, fue frustrada, fue destruida, no se pudo continuar el desarrollo”.
         Señaló que es fundamental para una política pública en adicciones la articulación entre organismos e instituciones, señalando en este sentido que “ya lo dijo la Presidenta cuando presentó una primer estadística importante sobre el consumo de sustancias psicoactivas, que era un trabajo de todos los Ministerios. Es un problema de toda la gente, no es un problema de algunos, y si es un problema de toda la gente tienen que estar todos los Ministerios trabajando”.
         Cornaglia sostuvo además que el alcohol “siempre es tóxico y siempre produce daño” y que por eso “nosotros pensamos que si trabajamos con los problemas del alcohol, no solamente abordamos el problema más serio que tienen todos los países del mundo, incluido la Argentina, sino que ahí aprendemos a trabajar  con todos los otros problemas vinculados al consumo del alcohol, como el consumo del tabaco, de tranquilizantes, etc.”.
         Al consultársele si hoy es decisivo que haya un marco de política nacional que le permita a las provincias avanzar en esta temática, respondió que “no hay duda; es algo que se viene trabajando muy despacito, porque no era un tema simple, pero yo siempre hago referencia a los grandes logros que ha habido con la Ley de Regulación de la publicidad, promoción y consumo de  los productos elaborados con tabaco y la creación de programas para la cesación del fumar;  es un logro extraordinario y estamos ubicados hoy en ese plano de mejores posicionamientos en el mundo”.
         El especialista indicó seguidamente que eso pasó porque “la decisión política  tuvo su traducción a nivel de la Legislatura nacional y se decidió claramente votar una ley que está dando resultados muy claros. Hoy en la Argentina prácticamente no se fuma más en ningún lugar cerrado. Esa es una medida preventiva extraordinaria y partió de una decisión política que tuvo su referencia a nivel de la Legislatura y ahora tiene su traducción en la práctica”.
         Respecto a si sigue siendo vigente como base para desarrollar una política pública en esta temática la política sanitaria del primer peronismo, indicó que “por supuesto, la reivindico totalmente. No sólo por una cuestión de índole política, sino por la prueba que significó lo que Argentina alcanzó por ejemplo en los planes de Salud, en ese momento estábamos ubicados en los mejores lugares del mundo en los resultados que nosotros teníamos. ¿Y por qué lo reivindico? Porque esa historia fue coartada, fue frustrada, fue destruida, no se pudo continuar el desarrollo de eso”.
         En tal sentido, el presidente de la fundación IPSA  agregó que “nosotros tenemos que entender que si bien la realidad actual no es la misma que la de los dos primeros gobiernos de Perón ni del último gobierno de Perón ni de la época de Carrillo, siempre la historia nos permite reconstruir algo que en nuestro caso quedó totalmente destruida”.
         Al preguntársele si el principal problema o la base de todas las adicciones está en el alcoholismo, dijo que “sí, es decir, el problema históricamente más antiguo que hay en la humanidad del consumo de lo que llamamos droga está dado en las bebidas alcohólicas, luego, históricamente, aparece el tema del tabaco. Y luego ahora con los fármacos y las llamadas drogas ilegales. Ese es el desarrollo histórico. Entonces nosotros pensamos que si trabajamos con los problemas del alcohol, no solamente abordamos el problema más serio que tienen todos los países del mundo, incluido la Argentina, sino que ahí aprendemos a trabajar  con todos los otros problemas vinculados al consumo del alcohol, como el consumo del tabaco, de tranquilizantes, etc.”.
         Respecto a si el alcohólico tiene que ser tomado como el equivalente a una persona con una enfermedad mental, Cornaglia respondió que “sí, no solamente el alcohólico; antes, cuando yo empecé en el año ’84 en Río Negro tenía ese concepto. Toda persona que consume bebidas alcohólicas tiene que ser entendida como un problema de salud severísimo, porque a su vez el consumo de bebidas alcohólicas repercute en toda la vida, en los accidentes de tránsito, la falta al trabajo, los accidentes caseros, los problemas de violencia, etc”.
         Por otra parte, en cuanto a si hay gradaciones en este sentido, si se puede consumir alcohol sin ser considerado un alcohólico, expresó que “sin daño, no. No. Eso creíamos antes; hoy está totalmente probado que cualquier dosis produce daño. El alcohol que entra al organismo humano, me refiero al que tiene las bebidas alcohólicas en cualquier dosis, daña”.
         Agregó que “hay seres humanos que tienen mayor tolerancia y pareciera ser que no les pasa nada. No les pasa nada si uno no lo investiga con los medios adecuados. Siempre es tóxico y siempre produce daño”.
         Por otra parte, en referencia al debate si es inocua la marihuana, informó que “siempre el mismo problema. Cuando se plantea algo respecto a una sustancia se dice, ‘bueno, tomar un poquito de alcohol no hace nada’, ‘fumar un pucho socialmente, uno cada tanto, no hace nada’, volvemos a la misma cuestión. La marihuana está demostrado hace rato en la ciencia todo lo que produce”.
         Dijo en este sentido que “cada una de estas drogas actúa en distintos receptores del cerebro. La marihuana actúa en receptores diferentes de donde actúa el alcohol, de donde actúa la nicotina, de donde actúan los fármacos. Y los daños que producen son de otro tipo. Pero además la marihuana facilita que se consuma cualquier otro tipo de droga”.