"Hace dos años, designados en la guardia central, eran 9 médicos. Hoy, hay una renuncia, tres presentaciones de certificados que no pueden hacer guardia y una jubilación. Quedan cuatro médicos operativos en emergencia y de esos uno se va a presentar a rendir para hacer clínica médica", explicó.

Las guardias también se cubren con los médicos del DAPA, quienes atienden también en las salas médicas. De un total de 30 médicos, 15 realizan guardias y 9 presentaron certificado que no les permite hacerlo. "En total hay 15 médicos que no pueden hacer guardia, en su mayoría por presentación de certificados", señaló.

Parodi evaluó que es necesario "buscar algún instrumento legal o administrativo" que otorgue beneficios a quienes cubren guardias dado que, si bien resultan un "servicio crítico", esa categoría solo está legalmente contemplada para terapia intensiva, radiología y salud mental. "En las guardias se atiende la primera línea de violencia y trauma pero no tienen ningún incentivo y eso hace que no tengamos recurso humano", definió.

Otro aspecto no menor que complica la situación son los cuestionados descuentos que la AFIP hace sobre los salarios, que hacen que no se pueden hacer más de 5 guardias. Desde fines de enero de este año, los montos mínimos no imponibles pasaron a $8.360 para solteros y a $11.563 para casados con dos hijos. "Eso también impacta en la decisión de hacer más guardias", agregó.

Finalmente, indicó que las guardias faltantes son 21 lugares que sobrecargan al resto. "Esto es una sumatoria de años", definió para manifestar la preocupación que genera que del total de unos 150 médicos que se desempeñan en el Hospital, la mitad tienen una experiencia de más de 16 años de guardias, y la otra mitad tiene muy poca experiencia.

FUENTE: Bariloche 2000