María Emilia, única hija mujer del matrimonio, aseguró: “Los médicos forenses dijeron que no tenía riesgo de suicidio y los jueces ordenaron el traslado de una persona que estaba muy mal. Para colmo, dieron la orden sin saber que en el penal no había lugar para alojarla. ¿Dónde la iban a tener? ¿En el pasillo?”.

Freydoz consumió una dosis aún no especificada de psicofármacos, el jueves, luego de enterarse que la Cámara Criminal Primera de Roca había ordenado que cumpla el resto de su pena (de 18 años de prisión) en una cárcel común.
Ayer, según un parte médico oficial, la mujer seguía evolucionando en forma positiva. "La paciente continúa en asistencia respiratoria mecánica, con sedoanalgesia. Está hemodinamicamente estable", se informó.

"No ha presentado episodios de arritmia de relevancia y cursa una neumonía aspirativa para la cual está recibiendo tratamiento antibiótico", detallaba el reporte que fue difundido por el Gobierno provincial.
Mientras tanto, autoridades policiales locales aseguraron que continuará bajo custodia, en el centro asistencial cipoleño, "hasta una nueva orden de la Justicia" para su traslado.

Críticas

María Emilia Soria habló públicamente por primera vez luego del magnicidio cometido por Freydoz, con duras críticas hacia el personal del hospital. “Me llama la atención que quieran saber quién le dio las pastillas cuando se cometieron varias irregularidades. Estando nosotros presentes, los enfermeros le dejaban las pastillas en la mesa. No se aseguraban que las tomara. Mi madre las acumuló, algo que ya había hecho en la casa de su hermana. Esto es una impericia del hospital”, dijo en una entrevista concedida a Diario Perfil.

FUENTE: La Mañana de Cipolletti