El presidente de la bancada de la Concertación indicó "en los últimos quince años pasamos de 9 mil productores a casi 3 mil en la actualidad, es el 4º año con rentabilidad negativa, alza de costo en dólares" y aseguró "es imposible que nuestros pequeños productores afronten de esta manera las tareas culturales para la próxima temporada".

Mendioroz indicó "perdemos calidad y perdemos precio y esto quedará demostrado cuando se conozcan las liquidaciones finales que nos demostrarán una vez mas la absoluta falta de transparencia del sistema comercial frutícola, que le paga al productor promedio 1 $ por kilo sobre el total de manzana producida y en la góndola el precio promedio al consumidor es de 15 $”.

"Desde el inicio del nuevo gobierno (hace un año y medio) se eliminaron los incentivos fiscales asociados a la transparencia y se vienen prometiendo modificaciones de fondo a las leyes vigente ( de transparencia y de contractualización) cuestiones en las que no se avanza ni a nivel provincial ni a nivel nacional; donde el proyecto de ley de comercialización de productos perecederos duerme el sueño de los justos, un proyecto que tanto necesita nuestra principal economía regional y aquí el Parlamento Nacional no funciona como escribanía y no está a la altura de las circunstancias".

"Cuando decimos falta de transparencia del sistema nos referimos a lo que algunas empresas del sector llaman usos y costumbres de la actividad, esto es que el pequeño y mediano productor entrega su fruta bajo condiciones contractuales sin precio ni condiciones de pago ciertas. El productor primario no es ni proveedor ni socio y la empresa le transfiere su riesgo empresario al ajustar a costa de la fruta del productor el resultado final del negocio". Como dijimos, la actividad en su conjunto pierde competitividad pero, sin transparencia y pautas contractuales claras, el pequeño productor no pierde competitividad sino que directamente desaparece del sistema.

"Es decir que a los reclamos por parte de los productores de cuestiones vinculadas a temáticas estructurales y de fondo para la cadena de valor frutícola, como por ejemplo mayor competitividad, mayor rentabilidad, más y mejor equidad en la distribución de la renta, Plan Integral Frutícola, más transparencia comercial y demás, se responde con medidas coyunturales, espasmódicas, remiendos, que poco y nada hacen para un cambio esencial en la principal actividad socioeconómica rionegrina".

"No estamos pidiendo", finalizó Mendioroz, "una devaluación pero sí la imperiosa necesidad de atender la sobrevaluación del peso, a través de medidas que compensen el aumento incesante de los costos internos, no sólo en la fruticultura sino también en las otras actividades que forman parte de nuestra economía regional como son el turismo, los hidrocarburos, la lana, la pesca, etc.".