Una de las consultas hechas al mandatario mientras se retiraba del acto de esta mañana estaba relacionada con las serias acusaciones del legislador Roberto Vargas, quien dijo que el titular del Ejecutivo “está pintado” y deslizó que tiene “mafiosos” a su alrededor.

“No contesto sobre pavadas”, afirmó de manera contundente Weretilneck, quien no es la primera vez que recibe críticas del parlamentario pichettista.

Otra consulta que tampoco quiso responder el gobernador estuvo referida a las elecciones para intendente en Bariloche. Es notorio que para él se trata de una postura incómoda, ya que no puede respaldar pública y abiertamente al candidato de su partido, Carlos Valeri, a efectos de no confrontar con sus aliados del Justicialismo.

Finalmente le pidieron precisiones sobre el adelanto realizado durante el fin de semana por el ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo, quien anunció que antes de fin de año la Provincia concretará importantes inversiones en materia tecnológica para mejorar la seguridad en Río Negro.

En ese sentido, ratificó lo dicho por el titular de la cartera política, aunque prefirió no ahondar. “Preferimos mostrar lo que vamos haciendo, en lugar de anunciar las ideas con anticipación”, cerró.

No fue descortés ni habló de mala manera, pero con el correr del tiempo –evidentemente- ha decidido medir sus declaraciones. Quizás sea un acierto y haya comprendido que contar todos sus planes con demasiada antelación, como lo hacía al inicio de su gestión, creaba falsas expectativas.

Es muy probable que sea esa su determinación: ser más cuidadoso al declarar, especialmente en Viedma, donde cualquier frase puede tener varias interpretaciones institucionales y políticas.