Nuestro objetivo fundamental es construir una sociedad más justa e igualitaria; desarrollada sanamente; lejos de los parámetros consumistas que a diario se le imponen; en armonía con  el medio ambiente; dentro de los márgenes que establece una democracia participativa y con valores asentados sobre la producción y el trabajo.

Propiciamos la libre participación ciudadana, de manera tal que cada persona sea protagonista consciente de su propio destino, oponiéndonos, por lo tanto, al clientelismo degradante, apuntado a someter al ciudadano.

Nuestro programa político jerarquiza la salud y la educación públicas; el trabajo digno y bien remunerado; la vivienda y el cuidado del ambiente; respetando la pertenencia cultural de cada uno y la diversidad más amplia y generosa.

Nuestro crecimiento, paulatino pero constante, ha desconcertado a muchos de nuestros ocasionales opositores, que no terminan de entender cómo es que un grupo de voluntades, algunos recién llegados a la política, en el marco de una campaña muy austera y al margen de cualquier billetera ni favor oficialista; sin hacer uso ni abuso de nombres y apellidos, nos hemos instalado en la consideración de la gente sencilla, la que ya no quiere más cuentos; la que labura; la que estudia; la que quiere vivir en la diversidad de pensamiento sin por ello sentirse discriminada.

El Frente Progresista crece día a día, sin pausa, y muchos ciudadanos han hecho propio este mensaje renovador, sumándose generosamente a nuestras filas (únicas no kirchneristas), dispuestos a sumar para llevar al Congreso Nacional candidatos sin prontuario, con deseos de trabajar en favor de la gente común.

Mario Alvarez, candidato a diputado nacional por el FP