“La empresa solicitó un 99% de aumento. Esto ha tenido un retraso en las actualizaciones de valores. Los sistemas siguen desarrollándose. Cada vez hay más metros de cañerías, más equipamientos y más envejecimientos”, sostuvo el funcionario.

La última actualización de la tarifa se aprobó el año pasado y fue de 25%. Esa cifra fue la definida por el mandatario, pese a que la empresa había pedido alrededor del 70% y el DPA autorizó el 60%.

Esa diferencia entre lo requerido por ARSA y lo que finalmente aprueba por decreto el gobernador se cubre con un subsidio.

“La tarifa está compuesta por el esquema de personal, insumos químicos y electromecánicos, amortizaciones de equipos, energía y otros valores”, explicó García.

Respecto al proceso de aumento, explicó que cada cinco años “se realiza la revisión tarifaria en forma ordinaria y en ese marco se debe hacer una audiencia pública” y agregó que “en estos casos, cuando es una reformulación de la variación de costos, se realiza el ajuste, se verifican los parámetros y se logra componer la diferencia tarifaria”.

“La documentación se eleva al ente regulador, que es el DPA. Ahí se evalúa y luego el gobernador lo analiza antes de emitir el decreto que dispone la variación tarifaria”, continuó explicando.

Por otro lado, García destacó que actualmente el 98% de la provincia tiene acceso al agua potable “con ciudades, parajes, escuelas en la Línea Sur, en plena de meseta, extrayendo de pozos o con otros procesos innumerables para lograr esa potabilidad”.

“La visión que tienen muchas personas desde el río Negro es una, pero la visión provincial es otra. Sierra Grande tiene agua a través de dos acueductos que suman 200 kilómetros y en Pilcaniyeu tenemos pozos de hasta 100 metros de profundidad”, señaló.

Respecto a las cloacas, indicó que hay un 75% de cobertura. “Se están desarrollando nuevos planes y mantenimiento de lo que ya está hecho”.